Tim Walz levantó los brazos y soltó una carcajada llena de emoción al ver un cartel con la frase “Kamala and The Coach” (Kamala y el entrenador) pegado en una de las paredes de las oficinas de campaña en el norte de Phoenix. El gobernador de Minnesota y ahora candidato a la vicepresidencia de Estados Unidos se dejó llevar por la alegría y le pidió a su compañera de fórmula que se tomaran su primer “selfie” juntos frente al letrero, durante una breve visita para saludar a los voluntarios. Estaba radiante y lleno de orgullo. Publicó la foto en su cuenta de Instagram poco después, con el mensaje: “Este equipo está a la ofensiva. ¡Ganemos esto, Arizona!”.
Mientras tanto, ese mismo viernes 9 de agosto, el termómetro rozaba los 110 grados y, para el mediodía, una fila de cientos de personas se formaba, esperando entrar al Desert Diamond Arena en Glendale, a unas pocas millas de donde se encontraban los candidatos demócratas. Las puertas se abrieron después de la 1:00 p.m., y el recinto, con capacidad para 20,000 personas, rápidamente superó los 15,000 asistentes.
Las pancartas azules con lemas como “Harris – Walz”, “Kamala” y “cuando votamos, ganamos” llenaron la arena, mientras los invitados especiales calentaban el ambiente de un rally que se recordará como uno de los más concurridos en la historia de Arizona. Todos los oradores, la mayoría políticos, compartían un objetivo común: repetir el éxito de 2020, cuando el Partido Demócrata ganó los votos electorales en Arizona durante las elecciones presidenciales.
Con una energía sin precedentes en esta campaña presidencial, Tim Walz subió al escenario y logró animar a la multitud. Su humor sarcástico y sus dotes de profesor convencieron a un electorado que aún dudaba de la decisión de Harris al seleccionarlo como compañero de fórmula.
“Me imagino que cada persona aquí va a votar, y que cada una de ustedes convencerá a otras 10 personas para que también lo hagan”, afirmó Walz. “Sigamos adelante y evitemos que esto sea tan reñido. Ganemos en grande, mi gente”, exclamó el gobernador de Minnesota.
A continuación, sonó la canción “Freedom” de Beyoncé, y Kamala Harris subió al escenario.
Cuando la vicepresidenta comenzó su discurso, un grupo de manifestantes la interrumpió con gritos de “¡USA, USA!” y “¡Liberen, liberen Palestina!”. Harris, manteniendo la calma, pidió respeto.
“He sido clara: ahora es el momento de alcanzar un acuerdo de alto el fuego y concretar la liberación de los rehenes. Es el momento. El presidente y yo estamos trabajando día y noche para lograr ese acuerdo y traer a los rehenes de vuelta a casa. Respeto sus voces, pero hoy estamos aquí para hablar de esta elección en 2024”, declaró.
Luego, retomó su discurso, abordando temas como el cambio climático, la salud reproductiva, la seguridad fronteriza, el control de armas y la inmigración.
“Sabemos que nuestro sistema de inmigración está roto y también sabemos lo que se necesita para arreglarlo: una reforma integral. Eso incluye una seguridad fronteriza fuerte y un camino ganado hacia la ciudadanía”, explicó Harris.
“Pero Donald Trump no quiere resolver este problema. Permítanme ser clara: no tiene interés ni intención de resolver realmente el problema. Habla mucho sobre seguridad fronteriza, pero no cumple con lo que dice.”
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Aseguró que, con una reforma migratoria en su escritorio, todo sería diferente.
“Cuando sea presidenta, la firmaré”, enfatizó.
La candidata demócrata continuó su discurso, interrumpido por el entusiasmo del público que coreaba “¡USA, USA, USA!” o “¡Vote, vote, vote!”.
“Entonces, Arizona, en estas elecciones, cada uno de nosotros se enfrenta a una pregunta. Esa pregunta es: ¿En qué tipo de país queremos vivir? ¿Queremos vivir en un país de caos, miedo y odio?”, preguntó Harris.
La audiencia respondió a gritos con un rotundo “¡Nooo!”.
“¿O en un país de libertad, compasión y estado de derecho?”, exclamó la vicepresidenta.
“La belleza de nuestra democracia es que cada uno de nosotros tiene el poder de responder a esa pregunta. Cada uno de nosotros, en una democracia, tiene el poder de responder. El poder está en el pueblo”, dijo la candidata demócrata.
Para cerrar el mitin, Harris preguntó a sus seguidores si creían en la libertad, en las oportunidades y en la promesa de América, y los invitó a luchar por su país, para ganar a través del voto.
