Abraham y Rosi Martínez salieron de la comunidad triqui en Oaxaca en busca de mejores oportunidades. Después de varios intentos para ingresar a Estados Unidos, los hermanos fundaron “Salsas Oaxaqueñas”, el primer restaurante de comida oaxaqueña en Alaska.
Con mucho orgullo, las mujeres de huipil rojo preparan todo tipo de alimentos, los sabores oaxaqueños son su especialidad, en su negocio puedes encontrar desde tamales, mole, hasta deliciosas tlayudas, Selena Vázquez, esposa de Abraham, también es fundamental en el equipo.
Los retos de la migración
Al salir de su comunidad, Abraham y Rosi enfrentaron varios retos, no hablar español fue un desafío para trabajar en otro estado de México.
Posteriormente, decidieron emigrar a Estados Unidos, en busca de oportunidades económicas, al llegar allí se enfrentaron a un nuevo idioma.
Al convertirse en madre soltera, Rosi tuvo que dejar a su hija en su hogar para buscar una mejor vida.
Con mucho esfuerzo, la familia Martínez logró poner su establecimiento en Alaska. Abraham obtuvo un permiso de trabajo, sin embargo, ahora se enfrenta a la incertidumbre de la irregularidad.
Otro de los retos que enfrenta es conseguir los ingredientes necesarios. Sin embargo, esto no ha sido un impedimento para poner a andar su negocio.
“Es difícil estar lejos de casa”: Salsas Oaxaqueñas
La sazón de Oaxaca siempre ha sido la mejor aliada de Rosi, empezó vendiendo comida en un carrito de comida rápida, con este recurso y su habilidad en la cocina deleitaba los paladares de sus clientes en Nueva York.
Los hermanos triquis aseguran que estar lejos de casa es una situación dificil, sin embargo, esperan que algún día puedan volver a reunirse con su mamá, Inés Silva, la inspiración de Salsas Oaxaqueñas.
Para Rosi, la comida siempre ha sido un buen lugar para recordar la cultura y tradiciones de la comunidad, los colores de su vestimanta tradicional y la sazón son elementos fundamentales para recordar a su mamá, Inés.
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Desde Alaska: Un mensaje para la comunidad triqui
Abraham aconseja a la comunidad que luchen por sus sueños. A pesar de estar lejos de tu tierra puedes salir adelante.
“No importa si es un negocio pequeño o grande, hay que tener presencia y nunca olvidar de donde vienen, nada es imposible”.