Fue en 2017 cuando María inició el proceso con Nueva Visión Latinoamérica para que su padre pudiera viajar a Estados Unidos para poder reunirse con ella, no obstante, siete años y varios cientos de dólares después no sólo sigue sin ver a su padre, sino que incluso dio un paso hacia atrás al no poder recuperar los documentos de este.
Entrevistada por Conexión Migrante, María narró los motivos por los que ya no pudo reencontrarse con su padre, ni recuperar sus documentos.
Con Nueva Visión Latinoamérica al principio fue una cosa y luego otra
“Cuando inició el proceso nos cobró 150 dólares por el trámite y nos dijo que no iba a pasar de mil o mil 500 (dólares) por mucho, y que de 3 a 6 meses tardaba el proceso”, comentó María.
“Ella (Christian Celina Palacios) nos explicó todo el proceso y no nos pareció mal con tal de ver a nuestros familiares”. Sin embargo, conforme pasaron los meses y más personas se apuntaban, María notó que el proceso de su padre no avanzaba.
“Pasó el tiempo y uno le decía ‘oye, ya llevo seis, siete meses, un año, ¿Qué pasó’”, ante estos cuestionamientos ella sólo respondía “hay que esperar”?
La pandemia empeoró todo
María explicó que, un día antes de que cerrara la embajada debido a la pandemia provocada por la Covid-19, Nueva Visión Latinoamérica compartió una lista con más de mil personas.
Además de tener los nombres de las personas con procesos pendientes, en el documento se les explicaban que tenían cita para la embajada y que debían pagar lo más pronto posible el cuarto de un hotel para poder acudir.
“Ella no nos habló nada del hotel, ella nos dijo que nada más era la cita, ya después nos incluyó el hotel. Del hotel pagamos 3 mil pesos, después dijo que la gente del Estado de México no iba a pagar, ‘porque viven aquí, nada más los que vienen de afuera’”, declaró.
Ya después dijo que todos los del Estado de México debían de pagar por el hotel, a pesar de que las personas reclamaron el cobro del hotel, se les dijo que el pago era obligatorio.
“Todo mundo pagó y eso nos lo puso un día antes. Ya al siguiente día nos mandó un comunicado que la embajada cerró, que no era culpa de ella, que no tenía acceso, y ya mucha gente le depositó el dinero”.
Reclamar a Nueva Visión Latinoamérica no siempre era una buena opción
Si bien, la comunicación con Nueva Visión Latinoamérica era a través de un grupo de Whatsapp, y aunque las personas podían hacer preguntas, los administradores podían a las personas conflictivas.
“Pasó la pandemia, pasaron dos años, empezaron a abrir la embajada, volvió a poner listas y agarrar gente nueva”, declaró María, quien hasta ese punto seguía sin tener la fecha del día en la que su padre podría acudir a le embajada para la entrevista consular.
La única respuesta que recibían era, tengan paciencia. No obstante, María comentó que ella y otros miembros del grupo expresaron su molestia por que ya habían pagado la visa, el hotel y todo lo que ella les pidió.
A esta situación se sumó otro problema, los pasaportes de algunos padres comenzaron a vencer. “Ella en la junta nos dijo, ‘si su pasaporte se vence nosotros se los enviamos y ustedes nos lo vuelven a regresar’, yo llamé y le dije el pasaporte de mi papá ya está vencido ¿Me lo puedes mandar? y me pidió dinero”.
María aseguró que le pidieron 150 dólares para apartar su lugar, además de pagar una guía para que le enviaran los documentos.
Debido a su disgusto, María reclamó que ella en realidad no les ayuda, que lo que hace Nueva Visión Latinoamérica es lucrar con la gente, en respuesta la sacaron del grupo. Tras llamar por teléfono para preguntar el por qué de esta situación le respondieron lo siguiente:
“Gente conflictiva, gente chismosa, que hablan a lo estúpido, que no tienen cerebro”.
“A todas las personas que le comentamos, a todas nos sacó”, declaró María.
La lucha por recuperar los documentos de sus padres
Tras el mal trago, María contactó una vez más a Nueva Visión Latinoamérica para recuperar los documentos de su padre, pues dejó los documentos originales. La respuesta fue la misma, tenía que pagar 150 dólares, más una guía de cien dólares.
Aunque María reclamó la respuesta fue la siguiente:
“Si les parece, ustedes vinieron hacia mí, no yo hacia ustedes”.
Finalmente María no pudo obtener nada, “la visa y todo lo que pagué ahí se perdió“, declaró.
Aunque la mujer ha querido iniciar el proceso de reunificación familiar con otros grupos no ha podido porque le falta el pasaporte de su papá. Desafortunadamente, el señor fue registrado de manera extemporánea, por lo que iniciar este proceso desde cero se vuelve complicado y no desea gastar más dinero en Nueva Visión Latinoamérica.
Si quieres saber a quién puedes recurrir te compartimos el siguiente semáforo (da clic aquí), en él podrás consultar más de 50 opciones para llevar a tus papás a Estados Unidos.
Finalmente, te recomendamos leer nuestro reportaje sobre la reunificación familiar “El negocio de la nostalgia”.
