Tijuana.- La industria maquiladora en Tijuana espera que los migrantes que llegan a la ciudad llenen el déficit de 40 mil vacantes que mantienen.
El director jurídico y relaciones públicas de Hyundai de México, Fernando Ruiz, dijo que no han podido resolver la falta de mano de obra.
El empresario dijo que pidieron apoyo del gobierno federal para facilitar los trámites que les permitan contratar migrantes.
“Los organismos industriales como Index, Canacintra, AIMO, tenemos identificado ahorita un déficit de alrededor de unos 40 mil puestos de empleos directos que hacen falta en la región”, lamentó.
Dijo que las empresas tienen la necesidad de incrementar su producción pero ha sido imposible debido a que no tienen personal suficiente.
INM intenta ayudar a industria para contratar migrantes
Autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) se reunirán con la Secretaría de Economía estatal y el Consejo Coordinador Empresarial.
El delegado de la dependencia, David Pérez Tejada Padilla, explicó que trabajan en crear una ventanilla única de atención a empleadores.
“Los empresarios están ávidos de contratar personal y por la tramitología o burocracia no pueden darles el trabajo a las personas migrantes, por eso queremos firmar un convenio para que las personas extranjeras puedan llenar las vacantes”, dijo.
Además, explicó que trabajan con seis bancos para facilitar la posibilidad de abrir cuentas bancarias a migrantes.
Detalló que tener una cuenta les facilitaría tener trabajo y estar en calidad de refugiados ya que la cuenta es requisito indispensable.
Vivienda incosteable para migrantes
Arturo es un migrante venezolano que llegó a Tijuana desde hace tres meses, pero que aún vive en un refugio.
Desde que llegó no ha podido encontrar una vivienda a donde trasladarse, porque no pueda costear la renta.
“Siempre que busco solo encuentro costos de 500 dólares, que 300 dólares y así, ya no cobran en pesos ¿Quién te paga más de eso en México?”, cuestionó.
Pero Arturo no es el único, Isela es una joven michoacana que también migró para escapar de la violencia.
Cuando llegó la dejaron vivir en un refugio pero luego le pidieron irse para dar el lugar a otros migrantes que recién llegaron.
“Vivimos cuatro personas en un cuartito, compartimos el baño, nomás dos tienen cama y las otros dormimos en sillón, viera qué difícil, pero apenas así pagamos la renta, son como 10 mil pesos”, lamentó.
Los salarios a la semana, en las maquiladoras, oscilan entre los 2 mil pesos.