Pepe Vargas, fundador y director ejecutivo del International Latino Cultural Center, fundó el Chicago Latino Film Festival (CLFF) mientras terminaba sus estudios de periodismo y cine en Columbia College Chicago en 1985.
En esa primera edición, con tan sólo $10,000, la participación de unos compañeros de cuarto y un solo teléfono, 14 películas se proyectaron en una pared ante una audiencia de 500 personas.
Casi 40 años después, Vargas está listo para la trigésimo novena edición del Chicago Latino Film Festival que abrirá el 13 de abril.
Este festival, considerado como uno de los más importantes, y de más larga permanencia ininterrumpida de los Estados Unidos tiene una larga historia.
Fue en su tercer año cuando Vargas sintió que se trataba de un evento de mucha importancia.
“…Tuvimos un fenómeno muy interesante con una película que se llamaba Frida, naturaleza viva [1983] … porque Frida [Kahlo] en la mitad de los 80 se transformó en un fenómeno mundial”, dijo Vargas.
Luego de dos funciones de Frida para 500 personas—cuyas entradas se agotaron completamente, tuvieron que añadir una más que se programó a la una de la mañana porque había gente que se había quedado sin ver la película.
A pesar de la función añadida, más público reclamaba ver el film. Entonces ese verano la trajeron de nuevo a Chicago para dos funciones para 750 personas—que se llenaron por completo.
Vargas dijo que “eso me dio información que lo que hacíamos era necesario, que había interés, y además que nos permitía realmente darle una visión diferente de lo que son nuestros países, de lo que es nuestra cultura”.
Para Vargas el cine debe ser accesible a todos. “[No] usamos el cine como algo de glamour. Al cine le asociaban…con Hollywood, y Hollywood es como glamour, efectos especiales, violencia, sexo, vulgaridades, que es lo que vende. A nosotros nos interesa el cine como expresión artístico cultural”, dijo.
Al separarse del cine de Hollywood, Vargas y el festival pudieron mostrar a la gente de Chicago otros aspectos de la comunidad latina, “fuera de los estereotipos que mucho del cine de Hollywood emplea”.
El festival celebra las diferencias de la comunidad latina y comparte la riqueza que contiene.
“El festival para nosotros, el interés que tenemos es la muestra del cine de todos nuestros países. Como una muestra cultural… ¿Y quiénes somos nosotros? Una familia multinacional, de muchas razas y de muchas lenguas”, añadió Vargas.
Este año, el Chicago Latino Film Festival se presentará en vivo—luego de tres años de ediciones virtuales e híbridas—entre el 13 y 23 de abril.
Cuenta con una programación de 51 largometrajes y 35 cortometrajes que llegan de 23 países de las Américas, España y Portugal.
Para más detalles visita: https://chicagolatinofilmfestival.org/
*Estudiante del programa de animación en Columbia College Chicago.
