Tijuana.- Directivos y familias del albergue Casa de Luz, en Tijuana, denunciaron que autoridades del gobierno municipal y estatal los amenazaron con quitarles el refugio.
El director del albergue, Irvin Mondragón, dijo a la prensa que una comitiva de ambos gobiernos llegó al refugio en Tijuana, comió y luego lanzó amenazas.
Aunque inicialmente dijeron que se trataba de un dialogo para llegar a acuerdos, al pasar los minutos dijeron que en realidad era una visita de verificación.
Parte de los motivos, según advirtieron, fue el hallazgo de un garrafón sin tapa, un desinfectante en el baño y pajaritos en el patio, que consideraron fauna silvestre.
Además criticaron que la migrante que les preparó la comida que se terminaron no tenía gorrito ni guantes.
¿Cómo estalló el conflicto con Casa de Luz?
El 02 de febrero la Subdirección de Diversidad e Inclusión del Municipio de Tijuana canalizó al albergue seis migrantes.
El problema fue que nunca les informaron que el grupo había sido expulsado de otro refugio por alcoholizarse y actitud violenta.
Dos semanas más tarde, dos de los migrante de ese grupo volvieron a llegar ebrios y al llamarles la atención golpearon con una piedra al director.
Además amenazaron de muerte a otros migrantes, incluidos niños.
Aunque llamaron a la policía local esta nunca llegó, por lo que decidieron presentar una denuncia por lesiones en el Ministerio Público.
Tras el conflicto el director de Atención al Migrante en Tijuana, Enrique Lucero y la Subsecretaria de Asuntos Migratorios del Gobierno Estatal, Adriana Minerva Espinoza Nolasco, pidieron una reunión, en donde hostigaron al personal y familias.
Migrante que les cocinó ahora tiene miedo de quedarse sin hogar
Tatiana, además de ser víctima de violencia familiar y perseguida por su orientación sexual, es la migrante que preparó popusas el día de la reunión.
“Yo me siento culpable, no sé, me vieron sin guantes ese día pero tengo más miedo de que yo y mis hijos nos quedemos sin hogar”, lamentó.
Tatiana llegó desde El Salvador a Tijuana hace un mes, en ese tiempo vivió en otros albergues donde las condiciones eran peores.
Aquí, dijo, en Casa de Luz es el único lugar donde le ofrecieron una habitación para ella, su pareja y sus dos hijos.
“Aquí tenemos un cuarto, cocina, una despensa y buenos tratos, mis hijos pueden jugar seguros, no es justo”, lamentó.
Malos tratos y censura en refugios de Tijuana, del gobierno estatal
Pero este no ha sido el único refugio en donde migrantes y otros grupos vulnerables denunciaron los malos tratos por parte de autoridades estatales.
Tras un incidente violento donde hubo disparos en el albergue Embajadores de Jesús, el mes pasado, migrantes se negaron a hablar por temor.
Explicaron a la corresponsal de Conexión Migrante que habían recibido órdenes de no hablar por parte de la funcionaria estatal Adriana Minerva Espinoza.
Además, la misma funcionaria ordenó no permitir el ingreso de reporteros ni al estacionamiento del albergue para migrantes en la Unidad Deportiva Reforma, en Tijuana.
En ese mismo albergue, familias denunciaron malos tratos de personal del gobierno estatal.