Tijuana.- Aunque CBP One fue presentada como una herramienta que ayuda a que migrantes crucen a Estados Unidos, se ha convertido en una máquina de separación familiar.
En las últimas semanas, familias de migrantes han denunciado que la aplicación les impide registrar a sus hijos en la misma cita.
Incluso hay casos donde los padres y madres son presionados para abandonar a sus hijos o cancelar sus citas.
Las familias no sabes qué hacer, algunos deciden cruzar y otros se quedan, en medio del llanto, la desesperación y sin saber cuál será su suerte.
Les lloré más de ocho horas
Paulina es una joven venezolana que llegó a Tijuana desde hace tres meses y, aun con cita para cruzar a Estados Unidos, se quedó. Le pedían dejar a su hija.
“Usted cree que voy a dejar a mi hijita, ellos nos cambiaron las reglas y no nos explicaron nada… les lloré más de ocho horas y nada, me regrese con mi niña en brazos”, lamentó.
Su cita fue el lunes pasado, llegó dos horas antes con su niña pero cuando se presentó en la Garita El Chaparral personal de migración le dijo que no podían pasar las dos.
Fue una de las primeras migrantes en recibir la conformación de su cita, durante la segunda semana de enero y desde entonces esperaba impaciente.
La única opción que le dieron era dejar a su hija y cruzar sola o quedarse las dos: se quedó.
Cambian reglas de app para cruzar
Aunque inicialmente el gobierno estadounidense y mexicano informaron que los padres con cita podrían cruzar con sus hijos sin cita, eso cambió.
Ahora, de acuerdo con familias migrantes, desde el 11 de febrero pasado los menores también deberán registrarse, pero la aplicación les impide hacerlo juntos.
Nadie les informó a las familias de los cambios y quienes contaban con citas desde enero se presentaron sin el registro de sus hijos.
Las únicas opciones que les han dado es dejarlos o cancelar para iniciar el proceso de nuevo hasta que los menores también tengas su cita.
CBP One y las familias que se quedan
Javier es un migrante michoacano que llegó con su familia: su esposa y sus dos hijos, un niño y una niña.
Escaparon de la violencia de un estado controlado por el crimen organizado y desde hace meses duermen en un albergue en Tijuana.
Aunque tiene semanas intentando obtener una cita para sus hijos en CBP One, no lo ha logrado. La aplicación marca error.
Él y su esposa han tomado la decisión de separarse, Javier cruzará para trabajar mientras su familia se queda en Tijuana.
“Qué hacemos si no hay dinero, o nos quedamos y nos morimos de hambre o nos separamos para seguir en la lucha, no hay más opción, es un dolor muy grande”.
