Después de más de 3 años de espera, un total de 40 adultos mayores de 60 años obtuvieron su visa para viajar a Estados Unidos y reunirse con sus hijos, a los que no ven desde hace varios años, gracias al programa de reunificación familiar Aztlan.

Este grupo fue llevado a la Embajada de EE.UU. en México por el club migrante Mujeres Migrantes en Progreso, quien gestionó todo lo relacionado con el viaje.

Inicialmente el grupo era de 52 personas pero posteriormente se redujo a 48.

En el grupo de 48 adultos mayores había muchas personas esperando por este día, desde que inició la pandemia por COVID-19. Esta situación complicó la movilidad y los trámites de las personas que querían visitar a sus familias en Estados Unidos.

Finalmente hoy 40 adultos mayores obtuvieron su visa para viajar a Estados Unidos y en unos meses van a poder visitar a sus hijos.

Después de la reunión de Mujeres Migrantes en Progreso, donde se intercambiaron experiencias, nervios y expectativas sobre la entrevista para obtener la visa. Hoy los adultos mayores acudieron desde temprano a la Embajada de Estados Unidos en México para ser entrevistados por las autoridades consulares y recibir una respuesta en el trámite de autorización del visado.

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Hoy los 40 adultos mayores están más cerca de poder abrazar a sus hijos.

Experiencias de los adultos mayores en el proceso

Aquí en Conexión Migrante te contamos las historias de algunas personas que aplicaron para este trámite:

El caso de la señora Alicia es especial, ella se enteró de este programa por un familiar. Alicia ingresó a este proyecto de reunificación familiar muy ilusionada, anhelaba reencontrarse con su hijo después de pasar 20 años sin verlo.

Sin embargo, lamentablemente su hijo falleció hace tres años. No obstante, Alicia decidió continuar con el proceso y está muy emocionada porque va a conocer a sus nietos, ella nos cuenta que los conoce por fotos y uno de ellos es idéntico a su hijo.

Algo similar sucedió con el caso de la señora Virginia, cuando ingresó al programa planeaba viajar con su esposo para juntos visitar a su hija Rocío.

Desafortunadamente, el esposo de Virginia perdió la vida en el periodo de tiempo que esperaron por la entrevista para la visa. Virginia vivió una etapa complicada emocionalmente por la situación que atravesó.

No obstante, su hija Rocío la animó para que siguiera el proceso. Hoy le otorgaron la VISA. En unos meses después de 23 años Virginia por fin podrá abrazar a su hija, también conocerá a sus nietos y bisnietos.

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