Con el aumento de los casos de COVID-19 y el empeoramiento de las hospitalizaciones, el condado de Los Ángeles está considerando regresar las mascarillas.
El regreso de las normas ante el coronavirus, que se retiraron en marzo, todavía no es un hecho.
Sin embargo, con la formación de la tercera ola consecutiva de otoño e invierno, las autoridades piensan aplicar nuevamente las medidas después del inicio de año, si las tendencias de contagio siguen igual.
“Estamos asistiendo de nuevo a una rápida aceleración, este es el momento de volver a ponerse la mascarilla”, dijo Barbara Ferrer, directora de Salud Pública de Los Ángeles.
El regreso de las mascarillas
El nuevo mandato del uso de mascarillas en espacios cerrados dependerá de cómo va avanzando la nueva ola de COVID-19.
Esta decisión estará sobre la mesa si el 10% de las camas de hospitalización se llenan con pacientes positivos al coronavirus.
Esto sólo ha ocurrido durante un periodo de tiempo prolongado dos veces en la pandemia, ambas durante las dos últimas oleadas invernales.
Según los datos más recientes, el 6,8% de las camas hospitalarias del condado de Los Ángeles están ocupadas por pacientes positivos.
Si la tendencia actual se mantiene, la cifra podría alcanzar el 10% en días cercanos al 19 de diciembre, dijo Ferrer en una entrevista el martes.
El gobierno de Los Ángeles esta evaluando los datos cada jueves, el mismo día en que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) publican el informe semanal.
Si Los Ángeles se mantiene por encima de ese umbral el 22 de diciembre, y sigue igual durante dos semanas, el 5 de enero del 2023 se anunciará una orden de uso de mascarillas, y entrará en vigor el 6 de enero.
El mandato podría cancelarse si los casos y las hospitalizaciones se estabilizan o disminuyen, pero también podría adelantarse en el caso contrario.
¿Por qué no hacerlo antes?
Ferrer dijo que recomienda encarecidamente a la gente usar sus mascarillas de nuevo en este momento en lugares públicos interiores.
“Para que sea una estrategia eficaz que permita el máximo cumplimiento posible, hay que dar tiempo a la gente”, dijo.
Y es que, piensa que un periodo de dos semanas antes de cualquier orden oficial, dará tiempo a las empresas para educar a su fuerza de trabajo y colocar la señalización adecuada.
¿Estará la gente realmente dispuesta a usar mascarillas otra vez?