Los migrantes son importantes para México cuando se anuncian mes a mes cifras récord en el envío de remesas, pero cuando se les busca otorgar un verdadero poder, los partidos políticos voltean a otro lado.
Ni la misma bancada de legisladores que se supone representa a la comunidad migrante en el Congreso de la Unión tiene claro cuál debe ser el camino para legislar la permanencia de la diputación migrante.
En la propuesta de reforma electoral que recién entregó el gobierno de Andrés Manuel López Obrador al poder legislativo no contempla ni nombra a la comunidad migrante.
Básicamente, el mensaje es que manden dinero y se callen la boca.
Por esa razón, hay organizaciones que ya preparan los documentos y estrategias para pedir una acción afirmativa ante los tribunales electorales, y luchar así por la permanencia de las diputaciones migrantes.
SIN UNIDAD
Aunque en la Cámara de Diputados hay un grupo de legisladores que representan a la comunidad migrante, las descalificaciones entre ellos hacen imposible cualquier tipo de acuerdo, no solo para legislar la diputación migrante, sino para aprobar cambios fundamentales en materia de identidad, salud, retorno y educación.
Para los migrantes en retorno o deportados no existe ningún mecanismo que les ofrezca identificaciones, salud y oportunidades de empleo.
Para quienes migran de Centro y Sudamérica tampoco existe ningún tipo de alternativa que les permita hacer un cruce más seguro, con respeto a sus derechos.
TERROR EN EL CRUCE
Apenas la semana pasada, el Servicio Jesuita de Migrantes entregó un reporte donde alerta sobre las desapariciones de migrantes, las cuales se cuadruplicaron entre el 2017 y el 2021; pasaron de 83 a 349 personas.
El informe detalla que 75% de las personas localizadas en México se encontraban detenidas en estaciones migratorias provisionales en Chiapas y Tabasco.
Estos lugares se han convertido en una de las principales fuentes de desapariciones, pues se les niega cualquier comunicación con el exterior.
Los migrantes están en el discurso de los políticos para hablar de los millones que se invierten en programas que poco o nada resuelven el fenómeno migratorio, pero desaparecen cuando se exige respetar sus derechos.
