La secretaria de Relaciones Exteriores de México facilita traer a un familiar preso en el extranjero sin la necesidad de un abogado. El servicio de traslado internacional permite al preso en el extranjero decidir si quiere cumplir su condena en el lugar donde está o en su lugar de origen.
En el artículo 18, en su párrafo séptimo, de la Constitución de México, establece que todo ciudadano mexicano que “se encuentren compurgando penas en países extranjeros” podrá terminar su condena en el país.
Para realizar el trámite, el preso en el extranjero debe manifestar a las autoridades de la prisión que desea comenzar el trámite y ellos deben darle la documentación requerida y notificarán al consulado de México.
Una vez que el consulado comunique a la embajada mexicana la solicitud, se verificará su veracidad y se evaluará si amerita traslado. Los tiempos para ejecutar este servicio pueden variar dependiendo del país donde se encuentre y también de lo bien que se cumplan los requisitos.
Si se le niega el beneficio la primera vez, puede volver a hacerlo las veces que quiera como lo garantiza la Constitución de México.
