El bloqueo o los obstáculos que impone Estados Unidos (EE. UU.) en sus servicios de salud para los migrantes, ha empujado a que los mexicanos que radican en ese país recurran a servicios clandestinos o a distancia y sin una revisión física de por medio por parte de los médicos que los atienden.
Y en el mejor de los casos acuden a curanderos tradicionales que han emigrado a los Estados Unidos específicamente para atender a la comunidad migrante mexicana, como es el caso de una mujer que clandestinamente trasladó hierbas medicinales hacia ese país, o un curandero que hace ritos desde Oaxaca supuestamente para mejorar la salud de los connacionales en situación de migración.
Esto pasa, a pesar de que los consulados de México en Estados Unidos cuentan con un área que presta servicios de salud para los migrantes mexicanos.
Así lo reveló una investigación del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), a cargo del especialista en el campo de estudio de las migraciones transnacionales, Tonatiuh González Vázquez, con el fin de evaluar cómo acceden a servicios de salud los migrantes mexicanos que radican en los EE. UU., y los que están de retorno en México.
Al presentar la investigación titulada Aportes de la Perspectiva Transnacional al Análisis de la Salud Pública en Población Migrante Mexicana en Estados Unidos, en una conferencia virtual, dijo que los mexicanos al emigrar a los EE. UU., y asentarse allá permanentemente, tendrían las mismas posibilidades de acceder a los sistemas de salud de ese país, que un norteamericano, pero no ocurre así.
“Hay una práctica clandestina interesante, pues hay médicos que, con certificado, y que trabajan en las ciudades fronterizas cruzan los fines de semana hacia Estados Unidos para atender de forma clandestina y con la licencia de otro médico. Esto se ha detectado”, apuntó.
Aseveró que los migrantes mexicanos atienden sus problemas de salud con médicos de renombre, pero que se trasladan de forma clandestina al territorio estadounidense, pero sino pueden acceder de esa forma a ese tipo de servicios, entonces lo hacen por medios virtuales y a la distancia, principalmente a través de llamadas telefónicas.
“Son muy comunes las consultas telefónicas para migrantes que están en Estados Unidos con médicos en sus localidades de origen”, señaló.
Por ejemplo, en Puebla existe un médico alópata que en una semana atiende, vía telefónica, hasta cinco consultas para migrantes mexicanos, o en su caso, un familiar del migrante acude físicamente a consultorio, explica el padecimiento y es así como él extiende una receta médica, compra los medicamentos y los envía por paquetería.
Subrayó que esta modalidad solo es posible para los migrante mexicanos que están en Estados Unidos en condiciones regulares, es decir que su estancia es legal en ese país, pero es aplicable para los migrantes que permanecen allá de manera irregular.
González Vázquez precisó que esta modalidad de atención médica y servicios para los migrantes mexicanos la detectaron con una investigación en ocho comunidades con alta migración de los estados de Puebla, Guanajuato, Jalisco y Oaxaca, en la que participaron médicos, migrantes y sus familiares.
Comentó que otra forma en la que los migrantes acceden a los servicios de salud, es cuando vienen de retorno a México y aprovechan para acudir al médico en sus comunidades de origen. Por ejemplo, un médico de Oaxaca, de 30 consultas que dio en un día, 20 fueron para migrantes; y de 100 cirugías, 60 fueron para migrantes.
El investigador resaltó que estiman que unos 5.5 millones de migrantes mexicanos están en Estados Unidos de manera irregular y, por tanto, no tienen acceso a servicio de salud más que a distancia; es decir, vía telefónica.
Detalló que, con la muestra de dos localidades, una de Puebla y otra de Guanajuato, midieron las prácticas de servicios médicos a la distancia, y el resultado fue que el 35 por ciento de las familias han enviado medicamentos a sus familiares migrantes, mientras que el nueve por ciento envió remedios caseros.
“Desgraciadamente se dan estas cosas en la migración, por eso muchos especialistas hablan de lo clandestino que lleva a muchas prácticas clandestinas o informales como estas que describimos y se ha desarrollado una forma que se presta a la explotación laboral con la que médicos norteamericanos certificados, ellos tienen el permiso, tienen la clínica y tienen subcontratados a médicos mexicanos que no tienen el permiso, pero ellos dan atención médica, eso, desgraciadamente, sucede mucho”, concluyó.