El Baker Institute para Políticas Públicas pidió al gobierno garantizar un programa que proteja de la deportación a los más de 3 millones de migrantes indocumentados con hijos en Estados Unidos, es decir revivir la Acción Diferida para Padres (DAPA), programa propuesto en 2014 durante el gobierno de Barack Obama.
Aunque programas como DACA y el TPS brindan protección a los migrantes indocumentados, existen millones de padres vulnerables ante los arrestos y deportaciones.
Aproximadamente, 3.4 millones de migrantes indocumentados son padres de niños que son ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes, además, han vivido en EEUU por décadas.
El objetivo de DAPA era conceder un alivio provisional ante los arrestos, deportaciones y la separación familiar, además, otorgar permisos de trabajo temporal. El requisito principal era ser padre de un niño que sea ciudadano o residente permanente.
“En ausencia de un plan completo de reforma migratoria aprobado por el Congreso, lidiar con el estado de estos 3.4 millones de migrantes no autorizados a través de DAPA o un enfoque similar”, detalló el instituto.
Aunque la aprobación un programa de este tipo sería complicada, el Baker Institute propuso abordar el tema a través de una serie de reformas graduales.
Por otro lado, el instituto recordó que programas similares, como DACA y TPS han mostrado resultados positivos aunque no abren un camino a la ciudadanía.
Se estima que DAPA beneficiaría a más personas que el TPS y de cuatro a cinco veces el número de personas bajo DACA.
“Con estas estimaciones, se puede sacar la conclusión de que DAPA tiene un mayor potencial para mejorar la economía de EEUU”, detalló el instituto.