Un grupo de solicitantes de asilo rechazados obtuvieron una victoria en una demanda que desafió la política ilegal del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de rechazar a los solicitantes de asilo en los puertos de entrada.
Un juez federal decidió que la demanda del caso Al Otro lado v Wolf puede proceder como una acción de clase, lo que significa que los demandantes y rechazados desde 2016 pueden buscar alivio.
Solo en dos puertos de entrada, se rechazaron a más de 57 mil 640 solicitantes de asilo en 2018 y 2019.
Expulsión de solicitantes de asilo
La administración Trump utiliza la pandemia de Covid-19 como excusa para imponer un cierre casi completo de la frontera entre Estados Unidos y México.
Al mismo tiempo, “expulsa” rápidamente a menores no acompañados aunque den negativo a las pruebas de coronavirus.
La mayoría de migrantes expulsados son enviados a México para esperar sus audiencias en la Corte de inmigración de EEUU.
Desde 2016, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) rechazan a solicitantes de asilo en los puertos de entrada de la frontera.
Para esto utilizan una combinación de mentiras, coacción, fuerza física y obstrucción, y su política de “medición”.
Los oficiales de CBP aseguran que los puertos están “llenos”, por lo que los solicitantes escriben sus nombres en listas de espera y pasan meses en México.
La medición es una de varias políticas actuales que colectivamente hacen que sea casi imposible acceder al proceso de asilo y ponen en peligro la vida de las personas.
CBP no reconoce las solicitudes de protección de los solicitantes de asilo, eso los deja en un limbo legal y los pone en problemas físicos, financieros y emocionales en México.
Con información de Immgration Impact.