Datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) señalan que en julio se detuvieron a 40 mil inmigrantes en la frontera entre Estados Unidos y México.
Las detenciones se producen cuando la administración de Donald Trump continúa expulsando rápidamente a inmigrantes como resultado de una orden de salud pública.
Mark Morgan, comisionado de CBP, aseguró que la orden de salud pública ha salvado vidas, pero el peligro continúa.
“Es probable que se vuelva cada vez más difícil debido al deterioro de las condiciones económicas en México y Centroamérica exacerbadas por el covid-19”.
En julio, la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos arrestó a 38 mil 347 inmigrantes en la frontera con México, la mayoría de los cuales eran adultos solteros.
Morgan dijo que el 78% de los encuentros con la CBP el mes pasado fueron con inmigrantes de México.
De los arrestados, se expulsaron a 35 mil 56 inmigrantes sin posibilidad de solicitar asilo o hacer que su caso permanezca en Estados Unidos.
Los arrestos se utilizan como medida para controlar los cruces fronterizos no autorizados por parte del Gobierno de Estados Unidos.
Los arrestos fronterizos han aumentado constantemente desde abril, cuando hubo una fuerte disminución a medida que la pandemia se apoderó del hemisferio occidental.
A pesar del aumento, el número de inmigrantes que llegan a la frontera sur ha disminuido desde esta misma época el año pasado.
En julio pasado, casi 72 mil personas fueron detenidas en la frontera sur.
Principalmente familias que huían de los países del Triángulo del Norte de Guatemala, Honduras y El Salvador.
Con información de CNN.
