29 de marzo de 2024
DOLAR: $16.53
Search
Close this search box.
29 de marzo de 2024 | Dolar:$16.53

Oración a San Charbel para obtener favores

San Charbel con listones.
Puedes rezar esta oración cuando te encuentres en apuros y necesites que San Charbel interceda por ti ante la Corte Celestial.

San Charbel es considerado un santo muy milagroso. Aquí te presentamos esta oración para que pidas que interceda por ti ante Dios.

Oración a San Charbel

Dios, infinitamente santo y glorificado en medio de tus santos,
Tú que inspiraste al santo monje y ermitaño Charbel
para que viviese y muriese en perfecta unión con Jesús Cristo,
dándole la fuerza para renunciar al mundo y hacer triunfar desde su ermita,
el heroismo de sus virtudes monásticas: pobreza, obediencia y santidad.
Te imploramos nos concedas la gracia de amarte y servirte siguiendo su ejemplo.

Dios Todopoderoso, Tú que has manifestado el poder de la intercesión de San Charbel
a través de sus numerosos milagros y favores, concédenos la gracia (…)
que te imploramos por su intercesión.

Amén.

Después de esta oración deberás rezar un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.

Acompañar nuestra petición con listones

Cuando pedimos la interseción de San Charbel, solemos colocar unos listones en su imagen. ¿Sabes cómo nació esta tradición?

Hace más de veinte años, una mujer desesperada llegó a la Catedral Maronita de Nuestra Señora de Balvanera, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. La mujer buscaba un milagro para una situación que estaba viviendo.

Monseñor Rogelio Peralta, rector de dicho santuario, señala que, si bien no recuerda el problema que agobiaba a aquella mujer, tiene muy presente lo que hizo:

“La mujer ya había acudido con anterioridad para pedir a los santos de su devoción que intercedieran por ella ante Dios. Ese día llegó y se acercó a los santos que conocía”.

Tal vez te interese:  ¿Durante cuánto tiempo debemos orar por nuestros difuntos?

Ya iba de salida cuando vio la imagen de San Charbel. Aunque no le era familiar, se acercó a él y le dijo:

Yo no sé quién eres. Pero como ya le pedí a los demás santos un milagro y mi problema no se resuelve, pues te pido a ti. Por si es que estás muy ocupado resolviendo asuntos, te anoto mi encargo para que no se te vaya a olvidar.

Y comenzó a buscar entre sus bolsas del mandado un papelito para escribirle su petición. No encontró ningún papel, pero sí un rollo de listón. Cortó un pedazo en el que anotó el ‘encargo’ y lo sujetó al pie de la imagen.

“A los tres días volvió feliz –platica monseñor Rogelio–: su problema se había resuelto. Me preguntó el nombre del santo. ‘San Charbel’, le dije. Me platicó lo ocurrido, y me preguntó cómo le podía agradecer que no fuera sólo de palabra. Se me ocurrió algo y se lo sugerí: ‘Pues si le pediste con un listón, agradécele con un listón’. Para mí lo más bonito de aquella experiencia fue ver que hay corazones agradecidos con el Señor’”.

 

Con información de Desde la Fe. 

Notas relacionadas