Este jueves, Estados Unidos realizó la segunda ejecución federal en una semana. El castigado fue Wesley Ira Purkey. Previamente, sus abogados alegaron que era demente y, por lo tanto, no estaba en condiciones de sufrir la pena máxima.
Pese a esto, Purkey recibió la inyección letal en el Complejo Penitenciario Federal en Terre Haute, Indiana.
Wesley recibió la condena por haber secuestrado y matado a Jennifer Long, de 16 años. Desmembró, quemó y arrojó su cuerpo a un pozo séptico.
Una corte estatal en Kansas también lo condenó por matar con un martillo a Mary Ruth Bales, una mujer de 80 años que tenía polio.
Durante la ejecución federal, sujetaron a Purkey, de 68 años, a una camilla en la cámara de la muerte. Un funcionario de la cárcel le quitó la máscara que cubría la cara y le preguntó si quería decir algo.
Purkey alzó la cabeza levemente y dijo:
Lamento profundamente el dolor y el sufrimiento que causé a la familia de Jennifer. Lo lamento profundamente.
También dijo que lamentaba el sufrimiento que sus acciones habían provocado a su hija.
Sus últimas palabras fueron: “Esta muerte higiénica no sirve a propósito alguno. Gracias”.
Al darle la inyección letal, Purkey tomó aliento varias veces, parpadeó y dejó caer la cabeza sobre la camilla. La hora de muerte fue las 8:19 hora del este de Estados Unidos.
Conflicto por la ejecución de Purkey
La Suprema Corte de Estados Unidos dio luz verde a la ejecución federal la madrugada del jueves. El resultado fue cinco votos contra cuatro, con la oposición de los cuatro miembros progresistas del tribunal.
La juez Sonia Sotomayor escribió que “proceder ahora con la ejecución de Purkey, pese a las graves dudas y hallazgos probados sobre su competencia mental, arroja una sombra constitucional sobre la más irrevocable de las penas”.
Otros jueces progresistas de la corte, como Ruth Bader Ginsburg, Stephen Breyer y Elena Kagan, respaldaban la opinión de Sotomayor.
Sin embargo, un tribunal menor emitió una orden temporal de emergencia para paralizar el proceso durante una hora mientras estudiaba varios aspectos del caso. Esto demoró aún más la ejecución, prevista en un principio para el miércoles en el Complejo Correccional Federal de Terre Haute, Indiana.
Daniel Lewis Lee fue ejecutado el martes en el mismo penal cuando fracasaron sus recursos de última hora. Fue la primera ejecución federal en 17 años.
La cuestión de la salud mental de Purkey se planteó en la repetición de su juicio en 2003 y cuando el jurado tuvo que decidir más tarde si era condenado a muerte por el asesinato de Long.
