La economía no se recuperará completamente hasta que esté disponible una vacuna contra el Covid-19. Sin embargo, las encuestas muestran que entre un cuarto y un tercio de los estadounidenses no planean obtenerla.
Eso significa poner fin a la pandemia. Hacer que las personas vuelvan a trabajar no solamente un desafío de ciencia médica, también un desafío de las ciencias sociales.
Aunque se están destinando miles de millones de dólares para resolver los problemas médicos, ninguno de ellos está destinado a abordar los problemas sociales.
“No se puede tener una vacuna clínicamente exitosa. Debe tener una vacuna socialmente aceptable”, dijo la coautora Monica Schoch-Spana, antropóloga cultural y académica del Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud.
Los científicos se están moviendo a una velocidad sin precedentes para desarrollar una vacuna segura y efectiva contra el Covid-19.
“No había suficiente previsión sobre la importancia de comprender los factores humanos. A la luz de las altas apuestas y el ambiente social cargado, deben tomarse medidas adicionales”, dijo Schoch-Spana.
Entonces ella y 22 coautores, incluidos destacados epidemiólogos, vacunólogos y científicos sociales elaboraron el informe para mostrar dónde llenar los vacíos.
Políticamente cargado
Los opositores a las vacunas han sido efectivos al conectar su movimiento antivacunas con problemas políticos en torno al Covid-91, protestando contra los bloqueos y negándose a usar máscaras.
Algunos de los mensajes de la administración Trump tampoco ayudan a generar confianza. Por ejemplo, nombrar el programa de vacuna Operation Warp Speed da la impresión de que la rapidez es más importante que la seguridad.
La vacuna COVID-19 enfrenta el desafío de la confianza https://https://t.co/3KzEU13oLL
— Voz de América (@VOANoticias) July 11, 2020
Aunque hay estudios que demuestran lo contrario, los médicos expertos insisten que el medicamento hidroxicloroquina es efectivo contra el Covid-19. Sugerir luz ultravioleta o lejía como tratamientos tampoco ha ayudado.
Una encuesta encontró que un respaldo del presidente Donald Trump haría que el 36% de los encuestados sea menos propenso a recibir una vacuna, en comparación con el 14% que sería más probable.
Sin persuasión sobre la vacuna
Es probable que conectarse con miembros de la comunidad de confianza sea más efectivo que las campañas educativas dirigidas a aumentar la confianza en las vacunas, según Norel Brewer, profesor de comportamiento de salud de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.
“La investigación es bastante clara de que los enfoques de persuasión no son tan efectivos para la vacunación. Lo que es efectivo para aumentar la vacunación es establecer sistemas que sean fáciles de usar y lleguen a muchas personas”, dijo Brewer.
Cuando llegue una vacuna, al inicio no habrá suficiente para todos.
