La celebración de los santos protomártires de Roma es una fecha para honrar a los fieles que dieron su vida por Cristo.
Con el anuncio de la Buena Nueva de los Apóstoles sobre la llegada de Jesús, el número de cristianos fue en aumento. Sin embargo, el Senado romano rechazó esta nueva religión. Argumentaban que era contraria a las tradiciones de Roma y la declararon ilícita hacia el año 35 d.C.
En una carta a los Corintios, el Papa San Clemente I habla sobre cómo miles de creyentes se unieron a los Apóstoles:
A estos hombres, maestros de una vida santa, vino a agregarse una gran multitud de elegidos que, habiendo sufrido muchos suplicios y tormentos también por emulación, se han convertido para nosotros en un magnífico ejemplo.
Más adelante, para librarse de la acusación de haber incendiado Roma, Nerón culpó a los cristianos. Los acusó de ser una religión maléfica que practicaba el canibalismo, pues no entendía el sentido de la Eucaristía. También los difamó diciendo que eran incestuosos por la costumbre que tenían de llamarse “hermanos” y darse el beso de la paz.
A causa de esto se desencadenó una serie de persecuciones contra los cristianos. Miles de ellos dieron su vida por proclamar y creer en el verdadero amor de Dios que Jesucristo les enseñó.
El Martirologio Jeronimiano fue el primero en conmemorar el martirio de estos cristianos. En él se propuso la fecha del 29 de junio para honrar a las más de 900 personas asesinadas en tiempos de Nerón. Esta celebración coincidía con la Solemnidad de San Pedro y San Pablo.
Por su parte, la primera mención de esta celebración en el Martirologio Romano se le atribuye a San Pío V. En él, la conmemoración de los protomártires de Roma tiene como fecha el 24 de junio.
En la actualidad, la Iglesia los conmemora cada 30 de junio.
Texto: ACI Prensa
