El Día de Muertos en la Huasteca Potosina se celebra con el Xantolo. Éste es uno de los eventos más importantes del año para los pueblos de la región, ya que representa la unión sagrada entre vivos y muertos.
¿Conoces cómo surgió esta fiesta?
El día de los Fieles Difuntos en la Huasteca Potosina era gris por el ambiente. El ánimo de las familias reunidas en los panteones era triste. No había cantos, rezos, alimentos, etcétera.
Sin embargo, un enmascarado fantasmal apareció bailando en la cripta y atrajo la atención de los presentes. Se escuchaba música, pero nadie la estaba tocando. Todo era real. Algunos corrieron a sus casas.
Otros fueron a buscar al sacerdote para contarle lo ocurrido y que expulsara al espíritu. El sacerdote escuchó intrigado. Después de mucho, aceptó ir al panteón para ahuyenta al ánima.
El padre llegó acompañado de habitantes armados con piedras y palos. Al arribar al panteón, el espíritu enmascarado seguía bailando en las tumbas.
“¿Quién eres? ¿Qué quieres aquí?”, le preguntó el sacerdote.
“¿Acaso no me conoces? Soy Xantolo y represento la alegría. He venido aquí porque me cansé de verlos tan sombríos y decaídos en estas fechas de recuerdos, como si la muerte fuera una razón de tristeza, cuando en realidad es lo contrario”, respondió el espíritu.
Después de una larga conversación en una lengua extraña. El hombre miró a los seguidores y explicó:
“Esta ánima es Xantolo. No es alguien de este mundo terrenal, ni de carne y hueso, sino un espíritu benefactor que quiere enseñarnos cómo honrar a nuestros muertos con danzas, alegría y gozo. No debemos temerle”.
Al inicio, la gente pensaba que era un chiste. Sin embargo, al ver la seriedad del sacerdote, se convencieron que era verdad.
Posteriormente, Xantolo invocó a otros espíritus y todos bailaban con máscaras por las tumbas. Aquello parecía una fiesta. El padre empezó a danzar y toda la gente terminó bailando.
Los habitantes se dieron cuenta que era un día de alegría por recordar a sus seres amados que ya no estaban en este mundo.
Bailaron toda la noche. Después de lo ocurrido, la gente acordó acudir a aldeas vecinas para contar lo sucedido y difundir las enseñanzas de Xantolo.
Los músicos enseñaron melodías a sus vecinos. Los artesanos mostraron cómo hacer máscaras especiales para esas fiestas, las cuales representaban a ancianos. Aprendieron cómo bailar.
La voz se corrió por todos los pueblos de la Huasteca Potosina. Desde entonces, la gente sigue la tradición de organizar danzas con enmascarados que bailan en calles y panteones; tal como lo hizo Xantolo.
