El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, descartó este jueves que la pandemia del nuevo coronavirus sea “un acto de Dios”, pero reconoció que su virulencia ha sorprendido a todo el mundo.
“Algunos dirían que se trata de un acto de Dios. Yo no lo veo así -no es un acto de Dios- sino como algo que sorprendió a todo el mundo”, dijo.
Trump volvió a culpar a China del brote al señalar que, en caso de haberlo sabido el resto de naciones, “se podría haber parado” su propagación.
“Se podría haber detenido desde un principio. Por desgracia, decidieron no hacerlo público y el mundo entero está sufriendo por ello”, declaró.
Se evalúa el uso de nuevos fármacos
El presidente aseguró que “nadie sabía que esta pandemia alanzaría semejantes proporciones” y que “el mundo está pagando” por ello.
Asimismo, aseguró que su administración “trabaja cada día” para proteger “al pueblo y a la economía estadounidenses”.
“Nada se interpondrá en nuestro camino para recurrir a vías que nos permitan dar con aquello que mejor sirva contra este terrible virus”, sentenció.
El presidente citó como ejemplo el caso de la cloroquina, un medicamento habitualmente empleado contra la malaria que resulta efectivo contra el coronavirus.
El comisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), Stephen Hahn, confirmó que el mandatario le ha dado instrucciones para que se estudie esa posibilidad.
“Queremos hacerlo en el marco de un ensayo clínico”, dijo Hahn, quien aprovechó para pedir a quienes quieran someterse a tratamientos alternativos que compartan con las autoridades los resultados de sus experiencias.
Por su parte, el cirujano general de EE.UU., Jerome Adams, aprovechó para hacer un llamamiento, especialmente a los más jóvenes, a los millenials y a los miembros de la Generación Z, para que donen sangre.
“Una donación pueda salvar hasta tres vidas. Los centros de donación de sangre están abiertos y es seguro, se están tomando precauciones adicionales”, aseguró.
Por último, Trump se mostró optimista y dijo que espera que todo acabe “muy pronto”, aunque reconoció que no es posible hablar de fechas.