Fue el 19 de enero de 2010 cuando Ana Enamorado tuvo contacto por última vez con su hijo, Óscar Antonio López Enamorado, quien desapareció en Jalisco, México, siguiendo una oferta de trabajo.
Diez años después, Ana y un grupo de familiares de desaparecidos, colocaron un memorial frente a las oficinas de la Fiscalía General de la República con fotografías y huellas de sus desaparecidos.
De acuerdo con Ana, esta es una manera de exigir a las autoridades que no detengan la búsqueda de Óscar, ni de los otros desaparecidos.
Adicionalmente, Ana Enamorado hizo un llamado a la FGR y demás instituciones, para establecer una mesa de diálogo.
El objetivo de esta mesa sería dar seguimiento a la búsqueda y localización de su hijo,
Ana Enamorado, 10 años sin saber de su hijo
Óscar Antonio López Enamorado, hijo de Ana, salió de Honduras a los 19 años y estuvo poco más de un año en Estados Unidos.
Sin embargo, un grupo de mexicanos que conoció en EU le ofreció trabajo con un buen salario en Jalisco.
Fue así que su hijo se estableció en El Carrizo, pueblo ubicado en San Sebastián del Oeste, Jalisco.
Todo cambió un día en el que Ana Enamorado recibió una llamada de su hijo, le pidió dinero para pagar los daños de un accidente.
Óscar le pidió que mandara el dinero a una sucursal de Banco Azteca ubicada en Ixtlán del Río, Nayarit.
Ana Enamorado envió el dinero, pero no tuvo más información de su hijo hasta un 19 de enero de 2010.
Ese día Óscar llamó a su mamá, aunque le dijo que estaba bien ella lo notó nervioso, desafortunadamente se cortó la llamada.
Pasaron varios meses y nadie le volvió a contestar desde el número del que le marcó su hijo.
A partir de entonces comenzó la búsqueda de su hijo, en 2011 se unió a la Caravana de Madres Centroamericanas en Búsqueda de sus Desaparecidos.
Desde ese año, Ana Enamorado optó por quedarse en México y buscar a su hijo.
Después de años de búsqueda recibió una llamada telefónica de la Fiscalía General de Jalisco en la que le informaron que habían encontrado un cuerpo con las características de su hijo.
Le mostraron fotos del cuerpo, pero no logró identificarlo. Después se hicieron pruebas de ADN, estas revelaron que no era su hijo.
En 2015, la misma FGJ volvió a contactarla y le mostró las mismas fotos que en 2013, así como otras fotos con sus pertenencias.
Aunque Ana Enamorado daba por hecho que era su hijo, no pudo realizar otra prueba de ADN porque el cuerpo ya había sido incinerado.
Desde ese día Ana Enamorado ha continuado su lucha contra las autoridades para que busquen a su hijo, desaparecido en búsqueda de un mejor futuro.