Durante los últimos 20 años, el número de arrestos de migrantes en Estados Unidos se triplicó con un aumento del 234 por ciento, reveló un informe federal.
El informe de la Oficina de Estadística de Justicia (BJS), muestra que el 64 por ciento de todos los arrestos federales del año pasado, fueron de ciudadanos no estadunidenses, en comparación del 37 por ciento que se registró en el año de 1998.
Es decir, los arrestos de migrantes se triplicaron en ese periodo, con un aumento del 234 por ciento, debido principalmente a la aplicación de las leyes migratorias durante los últimos años de la administración de George W.Bush, en toda la administración de Obama y en 2018 bajo la presidencia de Trump.
Tan sólo en el 2018, el 85 por ciento de los arrestos federales fueron de migrantes que cometieron algún delito, y otro 5% de los arrestos estuvieron relacionados con la inmigración.
El crecimiento corresponde con el segundo mandato de Bush, el cual impulsó fallidamente la reforma migratoria integral bipartidista y la aprobación de la Ley de Cerca Segura del 2006, la cual permitió la construcción de barreras a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México.
De igual manera corresponde al crecimiento de la población indocumentada, que alcanzó su máximo de 12.2 millones en 2007, y en 2016 había disminuido a unos 10.7 millones, según el Centro de Investigación Pew.
Durante la administración de Obama, los números se mantuvieron altos pero estables, pero en el primer año de gobierno de Donald Trump, las detenciones aumentaron en 2018 a 108 mil 667 cuando su administración aumentó los planes para abordar la migración ilegal.
Sin embargo, las estadísticas de Nowrasteh muestran que los inmigrantes, tanto documentados como indocumentados, tienen menos probabilidades de cometer delitos que la población en general.
Con información de The Hill