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PERSPECTIVAS | La Reforma Educativa que viene

Las plazas y promociones se ganarán de acuerdo con la Ley, además, los sindicatos ya no manejarán la nómina, cómo pasó durante muchos años

Luego de la Guardia Nacional y la Revocación de Mandato, la siguiente gran batalla en la Cámara de Diputados será la Reforma Educativa de Andrés Manuel López Obrador.

La ruta marcada hasta hoy dice que el próximo miércoles 20 por la tarde se dictaminará en las comisiones unidas de Educación y Puntos Constitucionales y, si no sucede otra cosa, se votará en el pleno allá por el 26 de marzo.

Está claro que, al menos ésa es la intención. De la Reforma Educativa de Peña Nieto no quedará ni una coma, aunque es evidente en el predictamen que es imposible inventar el hilo negro y que, al menos, la intención de que sea el gobierno quien lleve la batuta en la educación y el objetivo de mejorarla ahí permanecen.

Quienes saben, afirman que al primero que no le gustará lo que se cocina en la Cámara es a la CNTE, porque la Reforma de la 4T deja claro que los sindicatos no van a manejar la nómina como ha ocurrido durante décadas; que las plazas y promociones se ganarán de acuerdo con la Ley y que se eliminará el sistema de premios y castigo que estableció el elbismo para promocionar a los educadores. El soporte de esto reside en la iniciativa de reformar la Carta Magna para elevar a rango constitucional la rectoría del Estado sobre la educación.

La evaluación de los maestros se mantendría pero, dicen, no será de carácter punitivo sino como parte de un sistema integral de formación y capacitación retroalimentado por las evaluaciones.

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Un tema que mueve a risa es la eliminación de la palabra calidad, ya que en el extremo de la ridiculez se dice que el término causaba daños sicológicos a los maestros. El proyecto insiste en rechazar la “Reforma Punitiva” de Peña Nieto, pese a que un análisis serio concluye que ésa no fue ni la intención ni el principal efecto de la reforma peñista.

Ahora, Morena parece ser que ha suavizado sus posiciones y que ha logrado que se una a la nueva reforma educativa toda la oposición con la excepción del Partido Acción Nacional, aunque Marcela Torres, legisladora de ese partido y secretaria de la Comisión de Educación, dice que ve con mucho agrado que “muchas de mis propuestas están incorporadas”.

Lo que sí es un hecho es la desaparición del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, que será reemplazado por un órgano descentralizado con autonomía técnica y de gestión, personalidad jurídica y patrimonio propios y que será el encargado de evaluar el Sistema Educativo Nacional y las políticas públicas en la materia.

Como quiera que sea, el tema no transitará con la facilidad que ahora se ve. Dentro de Morena hay quienes se oponen a la propuesta; en los partidos de oposición, PRI y PAN especialmente; se ve con mucha desconfianza el hecho de que el proyecto pone todo en manos del Gobierno Federal, léase de Andrés Manuel López Obrador, porque aunque les endulza el oído a los maestros con algunas partes donde se les reconoce como agentes fundamentales del proceso educativo, pone su preparación, promociones, salarios y plazas en manos del gobierno.

Lo más importante a fin de cuentas será si el proyecto finalmente establece una ruta y mecanismos adecuados para salir de la tragedia educativa en que está sumido
el país.

Hasta el próximo lunes y mientras, no deje de seguirme en mi página de FB, Perspectivas de Luis Enrique Mercado y en mi cuenta de twitter: @jerezano52.