San Leobardo fue un monje del monasterio de San Martín, cerca de la ciudad de Tours (Francia), que admiraba la abstinencia, la humildad y el estudio, especialmente de los salmos del Rey David.
Nació en Auvernia posiblemente en el año 559. Luego de la muerte de sus padres se dirigió a la tumba de San Martín de Tours para orar, y luego decidió vivir cerca del monasterio de Marmoutier, instalándose en una celda que dejó libre un recluso.
San Leobardo se dedicó a fabricar pergaminos a fin de escribir los pasajes de la Biblia y de los salmos que empezaba a olvidarse.
Ante algunas dificultades que tuvo con otro morador, el santo encontró en los libros dejados por el obispo Gregorio de Tours, todos los medios necesarios que lo conducían a su salvación y a la santificación de los demás, pues Dios le concedió el don de los milagros, a favor de quienes venían a visitarlo. Falleció en el año 593.