El martes pasado fue liberado un grupo de migrantes en la terminal de autobuses de Greyhound en Phoenix, Arizona.
Los agentes de ICE liberaron a las personas y les dieron una cita con el juez para continuar con su proceso de detención.
Grupos activistas y religiosos se reunieron a las afueras de la estación para recibir a los migrantes, darles información y ofrecerles refugio para descansar, antes de emprender su viaje con sus seres queridos.
Según informes, las nuevas políticas de ICE obligan a los oficiales a dejar a los padres migrantes que viajan con niños de 4 años o mayores, en las estaciones de autobuses locales después de ser liberados, en lugar de ser llevados a los refugios.
Ésta política tomó por sorpresa a las organizaciones sin fines de lucro que se dedican a ayudar a los migrantes que ICE libera.
Varios voceros de estas organizaciones se han pronunciado ante el caso, comentando que el número de migrantes los ha superado y que sus refugios se encuentran llenos de personas que esperan su cita ante el juez.