A pesar de haber más de 30 millones de mexicanos en Estados Unidos no se han implementado herramientas como el voto electrónico para que los migrantes puedan ejercer este derecho constitucional; para revertir esto la ALDF realizó el “Foro de análisis post elecciones. Rompiendo fronteras: avances y retos del voto extraterritorial”.
A pesar que la participación de los mexicanos en el extranjero fue calificada como histórica queda mucho trabajo por hacer, si se compara las cerca de 500 mil de credenciales emitidas con los 90 mil votos recibidos, se encuentran grandes áreas de oportunidad.
Ahí está la necesidad de establecer el voto electrónico, generar acercamientos de cultura cívica y de acercamiento a los connacionales, debido a que “Su voto no se ve traducido en mejoras para su vida cotidiana”, indicó Enrique Andrade González, Consejero Electoral del INE.
En el encuentro, organizado por el Instituto de Investigaciones Parlamentarias de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) y el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) participaron activistas y organizaciones como Fuerza Migrante.
Durante el encuentro de más de cinco horas, Jaime Lucero, fundador y dirigente de Fuerza Migrante, dijo que se necesita ampliar el trabajo a favor de los migrantes; reconocer su aporte económico, a pesar que envían miles de millones de dólares a México cada año no se les reconoce por ello.
Al mismo tiempo remarcó la importancia de otorgarles a los migrantes poder político, profundizando que tan solo son botín de los partidos políticos, no votan como debe ser y no pueden participar como mexicanos.
En tanto, de acuerdo con el director del Instituto de Investigaciones Parlamentarias de la ALDF Miguel Errasti Arango, el diálogo permitió identificar las áreas de oportunidad que permitirán consolidar el voto extranjero.
Tras garantizar el derecho constitucional del voto de los mexicanos en el exterior, el reto ahora es implementar otras medidas, entre ellas: el sufragio electrónico para acrecentar la participación en este ejercicio y garantizar que el voto llegue al elector y a los propios Institutos Electorales.