Este domingo un sismo de 7.3 grados sacudió Irán e Irak, de acuerdo con cifras oficiales hay más de 6 mil heridos y más de 400 muertos.
La mayoría de los decesos registrados por la catástrofe se registraron en Irán.
Debido al daño, miles de personas tuvieron que dormir en la intemperie por segunda noche consecutiva.
Las necesidades inmediatas de la gente son agua, alimentos y tiendas de campaña.
Ante la magnitud de la tragedia, autoridades iraníes movilizaron a todos los cuerpos de seguridad, incluidos el Ejército y los Guardianes de la Revolución, para acelerar las tareas de rescate y remoción de escombros.
Las autoridades también enviaron diecinueve helicópteros y tres aviones a las zonas más afectadas para ayudar con el traslado de heridos a hospitales.
Numerosos edificios se derrumbaron y los daños son por ahora difíciles de cuantificar, debido a que todavía permanecen cortadas las comunicaciones.