AMLO amenaza el futuro de México – El populismo se ha puesto de moda en el mundo y en un corto plazo ha destruido ya las economías de varias naciones, tiene al líder del mundo libre iniciando guerras comerciales y políticas con casi todo el mundo y ha metido a los discursos de muchos líderes el rechazo a la globalización y la adopción de la xenofobia como política pública.
No son pocas las sociedades que, hastiadas de los malos gobiernos, acusan al libre mercado y a la globalización de todos los males y escuchan los cantos de las sirenas de los populistas que prometen construir, ahora sí, el paraíso en la Tierra.
México no está fuera de este mapa. Andrés Manuel López Obrador es un populista profesional que podría ganar la Presidencia de la República en 2018 y que ya ha provocado que muchos inversionistas nacionales y extranjeros se muestren nerviosos ante tal posibilidad.
En efecto, los datos indican que la inversión nacional sigue en números rojos y la inversión extranjera tiene sus peores cifras de los últimos cinco años, aunque hay que reconocer que no sólo se debe al factor López Obrador sino, también, a la incertidumbre de la conducta de Estados Unidos en el Tratado de Libre Comercio.
Hasta ahora, López Obrador encabeza casi todas las encuestas con miras a la elección de 2018, aunque cabe la posibilidad de que su buena estrella empiece a opacarse luego de la derrota de su candidata a la gubernatura del Estado de México.
El nerviosismo que provoca López Obrador no sólo se origina en las promesas que hace en su libro 2018, la salida: decadencia y renacimiento de México, sino en el alargamiento de su lista de la Mafia del Poder, a la que agrega todo aquel que no esté de acuerdo con él, incluyendo a todos los medios de comunicación que no digan lo que él quiere.
Aunque hace algunos meses se decía que los empresarios empezaban a ver con simpatía a López Obrador, la mayoría cada vez se convence más de que AMLO sí es un peligro para México, desde el momento que abre la puerta a la cancelación de las reformas hechas en este sexenio, en especial la energética y la educativa; a desechar la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México y a recibir en las universidades públicas a todos los estudiantes que deseen estudiar una carrera, lo que colapsaría el sistema de educación superior del país.
Adicionalmente, el halo de honestidad que le rodeaba se está apagando ante los videos y evidencias de que tiene operadores recogiendo dinero por todo el país, lo cual lo empuja hacia el mismo sistema de corrupción que rodea a todos los partidos políticos.
Como quiera que sea, la realidad es que el populismo está de moda en el mundo y, si no fuera por el triunfo de Emmanuel Macron en Francia y la reciente derrota de Theresa May en Inglaterra, parecería que el populismo es el destino de todas las naciones que elegirán mandatarios en el corto plazo.
Hoy, pareciera que sí hay esperanza de que México se libre del populismo y que veamos una repetición de la película que ya vimos en 2006 y 2012, en las que AMLO nunca pudo consolidar en las urnas la ventaja que llevaba en las encuestas, cuando era el único candidato a la Presidencia de la República.
