Haber sido deportado en tres ocasiones, la muerte de su mujer y la falta de trabajo para poder alimentar y vestir a sus tres hiijos, fue lo que llevó a Guadalupe Olivas Valencia, de 44 años de edad, a quitarse la vida minutos después de ser expulsado de Estados unidos.
Originario de Los Mochis, Sinaloa, Olivas Valencia era viudo desde el 2012, padre de dos hijos varones y de una mujer.
Guadalupe Olivas ingresó a Estados Unidos por primera vez en el 2001, según documentos de la corte de Arizona, en la que fue procesado por ingresar ilegalmente al país y a los que tuvo acceso El UNIVERSAL.
Fue deportado y reigresó a Estados Unidos en 2005 por lo que estuvo en prisión en el Centro Correccional de Arizona por 18 meses.
Después de cumplir su condena volvió a su pueblo en México, pero el fallecimiento de su esposa le obligó a emigrar de nuevo para sustentar a su familia en 2014.
Sin embargo nuevamente fue deportado el 4 de octubre de 2016.
Guadalupe se quitó la vida el martes 21 de febrero de2016. Un día antes Olivas se presentó en la garita de San Ysidro, en Tijuana, para intentar volver a ingresar a Estados Unidos.
“No tenía documentos legales válidos para entrar en Estados Unidos y se le declaró no admisible. Fue repatriado a México y entregado a las autoridades mexicanas el 21 de febrero”, informó el Gobierno de Estados Unidos.
40 minutos después, Guadalupe Olivas se quitó la vida.
Familiares reclaman su cuerpo
Cristina Valencia, madre de Guadalupe, acudió este miércoles a recoger el cuerpo de su hijo al Servicio Médico Forense (Semefo) de Tijuana.
Ahí, en entrevista para varios medios de comunicación aseguró que en Estados Unidos le “negaron el asilo”.
“Aquí se va a quedar, aquí vivimos nosotros, tenemos más de 30 años aquí. Yo me los traje chiquitos cuando quedé sola”, mencionó entre lagrimas.
El Sol de Tijuana asegura en un video que Guadalupe Olivas se quitó la vida el mismo día en que murió su esposa hace tres años.
