Venezuela, migración y un candidato único de oposición

El 26 de marzo Edmundo González fue nombrado el Candidato 13 luego de ser el último aceptado por el Consejo Nacional Electoral; el pasado viernes 19 de abril, González se convirtió en el candidato único de oposición en Venezuela: Edmundo Rosales dirimió a favor de González Urrutia; María Corina Machado ha confirmado su respaldo.

El próximo 28 de julio Venezuela tendrá la oportunidad de decidir, por la vía democrática, si el “régimen chavista” se va o si la oposición, hoy eclipsada en su candidato único, promueve un nuevo derrotero político. 

Venezuela frente a la migración

La candidatura de González Urrutia significa la alianza de la oposición contra el oficialismo personificado por Nicolás Maduro, quien hoy representa para el país sudamericano con la crisis migratoria más importante a nivel mundial, sólo después de Ucrania y Siria, “crisis económica y falta de garantías democráticas”, dice Carolina Jiménez Sandoval, presidenta de WOLA.

La actual administración venezolana tiene en sus manos la responsabilidad de 7.7 millones de personas en situación de tránsito; el hecho ha sido minimizado, e incluso negado, por el gobierno en turno; en tanto, la comunidad internacional no ha podido, ni deseado, inyectar el recurso financiero suficiente para atender la regularización de migrantes.

Las causas detrás de la migración forzada experimentada por la ciudadanía venezolana no es la guerra, aunque sí la emergencia humanitaria combinada con una crisis generalizada de derechos humanos: hace falta comida, educación y salud, así como respetar y garantizar los derechos humanos de las personas venezolanas.

“Transición democrática”, dicen algunos medios, se ha convertido en un concepto casi prohibido dentro de la administración actual: en estos días “se persigue”, afirma El País, “no solo a las disidencias, sino a las propias filas”. Arrestos de hombres de confianza de Nicolás Maduro; ahorcamiento y procesamientos ilegales.

Carolina Jimenez afirma que el gobierno en turno niega la crisis de derechos humanos; la debacle económica; la existencia de presos políticos; las afectaciones en el Arco Minero del Orinoco; el éxodo y la migración forzada: “la realidad supera cualquier discurso oficialista de negación”. Lo saben, dice la experta en migración, los venezolanos; lo sabe, sentencia, la comunidad internacional.

Frente a la realidad del país, sostiene la encuestadora venezolana Delphos, existe una afirmación concluyente: hay una relación directa entre la intención de emigrar del país y una eventual reelección de Maduro, pues cuatro de cada cinco personas que manifiestan deseos por salir de Venezuela, aseguran que lo harán de no existir un cambio político.

¿Qué significa un candidato único de oposición para Venezuela?

Una posibilidad, defienden analistas.

La capacidad de la oposición de unificarse a favor de un candidato único minó el “intento por dispersar el voto opositor”, afirma Félix Seijas, director de Delphos: ahora, dice, habrá esfuerzos para polarizarlo.

Edmundo González Urrutia no quería ser candidato; “no persigue el poder”, dicen expertos, lo que lo coloca en una posición aún más virtuosa. Con 74 años de vida y varios como diplomático de su país, ha sido coordinador de la oposición el tiempo suficiente para aglutinar el entusiasmo.

Walter Molina, politólogo venezonalo radicado en Argentina y excolaborador del candidato único de la oposición, afirma que González Urrutia “asumirá un rol protagónico por recuperar la democracia en Venezuela”; su nombre no es ampliamente conocido en su país, pero sí el de María Corina Machado, la candidata victoriosa de las primarias, quien ya le ha dado su respaldo unánime. 

De garantizarse las condiciones mínimas para elecciones democráticas, Molina augura un triunfo arrasador por parte de la oposición: “el deseo de cambio es de más del 80 por ciento”. Nunca antes, afirma el académico, un régimen venezolano había sido tan aborrecido como el chavismo en la actualidad.