Diana está a cargo de la cocina que alimenta a todos los voluntarios que piden ayuda a la Parroquia del Buen Pastor, en Bay Ridge. Es amable y sonriente. Al inicio de la pandemia asistió a la iglesia buscando ayuda y decidió quedarse a ayudar a otros.
Atender a cientos de personas al día requiere manos y tiempo. Cuando ve filas largas se acerca a platicar con la gente y los invita a ser voluntarios. Muchos dicen que sí.
Algunos regresan semana tras semana. Este pequeño ejército se dedica a empacar, en porciones familiares, toneladas de arroz, frijoles y harina, a preparar las despensas y atender a las personas que llegan. Diana les enseña y acompaña, su deseo es ayudar.