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PERSPECTIVAS | Se acabó el clima para invertir en México

El principal logro o la más importante trasformación de este gobierno ha sido destruir el ambiente para la inversión nacional y extranjera

Las oportunidades que se han cerrado para muchos mexicanos, los empleos que se han perdido, el deterioro en la infraestructura urbana, carretera, aeroportuaria, la entrada de millones de mexicanos a la pobreza y la recesión de la economía tienen un solo origen: en México se ha dejado de invertir lo suficiente.

Los datos del INEGI al primer trimestre son claros.

La inversión fija bruta privada cayó 11% respecto al mismo periodo de 2019; la inversión en construcción cayó 6.9% y la realizada en maquinaria y equipo se desplomó 18%.

Por su parte, la inversión pública se desplomó 49.4% en los primeros tres meses del año.

Estas caídas en la inversión explican los malos resultados en todos los rubros de la actividad económica porque el motor de la actividad, la inversión, ya no es suficiente.

En México, la inversión privada representa el 80% del total desde que fue claro que la función del gobierno no es ser empresario ni el gran inversor en todos los rubros, sino regular y aplicar la ley.

En este sentido, el Gobierno crea el ambiente propicio para las inversiones, puede incluso determinar sectores y áreas prioritarias y enfocar sus esfuerzos en temas como salud y educación.

Sin embargo, con la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de la República ha sido evidente que, en su pensamiento y en la acción de su gobierno, la iniciativa `privada no solo no es deseable, sino que debe retirarse de muchas áreas, concretamente, la energética y que debe ser el gobierno el gran constructor y el gran inversionista.

Por ello, López Obrador ha seguido las diez recetas clásicas para ahuyentar la inversión privada.

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¿Cómo se afectó a la inversión privada?

Cancelar grandes proyectos, como el del NAIM, someter a votación popular inversiones como la de la cervecera Constellation Brand en Baja California, suspender las rondas petroleras, acosar a sectores como el de la energía limpia con ordenamientos y elevaciones de tarifas, negarse a crear un programa emergente de apoyo a las empresas afectadas por el Covid 19, denunciar a empresas dizque por evasión de impuestos, amenazar al ahorro privado.

Todas estas acciones aderezadas por la Mañaneara donde se acusa a empresarios y clases adineradas de todo, hasta de traer el coronavirus a México han creado un clima nada propicio para invertir.

La caída del 11% en la inversión privada es la causa y no el resultado de la recesión económica.

No solo eso, sino que México salió ya de la lista que elabora la UNCTAD de los diez países con más inversión externa y de la que elabora AT Kerney de los 25 destinos prioritarios para recibir inversión externa.

Es decir, podría decirse que el principal logro o la más importante trasformación de este gobierno ha sido destruir el ambiente para la inversión nacional y extranjera.

Lo que es seguro es que el próximo año, cuando no haya inversiones y las finanzas públicas estén secas llegará el tiempo de culpar a los empresarios de los males económicos.

Y ahí todo puede suceder.

Hasta el próximo lunes y mientras, no deje de seguirme en mi página Perspectivas de Luis Enrique Mercado y en mi cuenta de Twitter @jerezano52.