El presidente Donald Trump anunció a Amy Coney Barrett como su nominada para cubrir la vacante de Ruth Bader Ginsburg en la Suprema Corte de Estados Unidos. La jueza está a favor de las políticas migratorias de línea dura y en contra del aborto.
Barrett tiene 48 años y es una devota católica. Es madre de siete hijos, dos de ellos adoptados en Haití y uno tiene síndrome de Down.
Barrett y su postura contra la migración ilegal
Asimismo, la jueza también ha votado a favor de las políticas de dureza frente a la migración de Trump. Además, se ha manifestado a favor del derecho de los estadounidenses a tener y portar armas.
Por dicha situación, su ideología es contraria a la jueza progresista Ruth Bader Ginsburg, ya que ella tenía posturas liberales y feministas.
“Amy Coney Barrett no es una buena noticia para los migrantes. Ella es apoyada públicamente por el Centro de Estudios de Inmigración, un Centro de Leyes de Pobreza del Sur designado como grupo de odio anti-inmigrante”, según la opinión de la organización RAÍCES.
We are extremely concerned about President Trump's nominee. Amy Coney Barrett is not good news for immigrants. She is publicly supported by the Center for Immigration Studies, a Southern Poverty Law Center designated anti-immigrant hate group.
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— RAICES (@RAICESTEXAS) September 26, 2020
De un panel de tres jueces, Barret fue la única que votó a favor de mantener la regla carga pública. Esta regla prohíbe a los migrantes acceder a beneficios para los que son elegibles según sus ingresos.
“Hay que asegurarnos de hacer todo lo que esté a nuestro alcance para evitar que la administración apresure a un candidato a pasar por el Senado. Significa luchar contra el intento de Trump de instalar un candidato antiinmigrante”, dijo RAÍCES.
Contra el aborto
En 2013, publicó un artículo en el que afirmó que “la vida comienza con la concepción”. Con planteamientos de este tipo se ha ganado a varios grupos religiosos que están en contra del aborto.
Today, it was my great honor to nominate one of our nation’s most brilliant and gifted legal minds to the Supreme Court. She is a woman of unparalleled achievement, towering intellect, sterling credentials, and unyielding loyalty to the Constitution: Judge Amy Coney Barrett… pic.twitter.com/l2yezt2UOi
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) September 27, 2020
En 2017, Trump la nominó para la Corte de Apelaciones del Séptimo Circuito, con sede en Chicago. El Senado la confirmó por 55 votos y 43 en contra. Durante su audiencia de confirmación, los demócratas la cuestionaron sobre si sus creencias afectarían fallos en temas como el aborto.
“Mi afiliación religiosa personal o mi creencia religiosa no me eximen de mis deberes como juez”, afirmó Amy.
Sin embargo, en los años que lleva en el puesto ha firmado alrededor de 100 opiniones. Entre ellas se incluyen varias en las que muestra su postura conservadora.
En caso de que el Senado apruebe su candidatura, Amy se convertirá en el miembro con menos años de experiencia en la Suprema Corte.