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Abusos y enfermedades, el pago a las trabajadoras migrantes en Maryland, revela CDM

CDMigrante abusos de mujeres que trabajan en la industria de la jaiba
“Rompiendo el caparazón” es el más reciente estudio del Centro de los Derechos del Migrante, Inc, en él revelan las dificultades por las que pasan las trabajadoras migrantes con visas H-2 en la industria del Cangrejo

La situación que enfrentan las trabajadoras migrantes en la industria del cangrejo de Maryland ya era complicada antes de la pandemia, ahora, tras la llegada de la Covid-19 los riesgos de salud y seguridad a los que se enfrentan aumentaron, reportó el Centro de los Derechos del Migrante, Inc. (CDM) en su más reciente estudio Rompiendo el caparazón: cómo las jaiberas migrantes en Maryland siguen “cosechadas aparte”.

No importa que su trabajo sea esencial o que tengan papeles, estas trabajadoras con visa H-2B luchan a diario por sus derechos y dignidad.

At the risk of losing her job, “Juana” is sharing her story. She wants equality in the workplace and protections against #COVID19. We stand with her and the migrant worker women featured in #BreakingtheShell. Do you Governor Larry Hogan? bit.ly/BreakingtheShell

Posted by Centro de los Derechos del Migrante, Inc. on Thursday, September 24, 2020

La inmensa mayoría de estas personas son mujeres mexicanas, que por necesidad viajan a los Estados Unidos de abril a noviembre cada año a trabajar.

A pesar de lo duro de esta situación, pocas trabajadoras se animan a presentar una denuncia.

Pues, presentar una queja significa arriesgar su trabajo, su estatus migratorio y la oportunidad de volver la siguiente temporada de trabajo.

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Detalla el documento realizado por el CDM, la Clínica de Justicia para Inmigrantes en la Facultad de Derecho de la Universidad Americana y la Clínica de Legislación Federal en la Facultad de Derecho en Georgetown.

Una década de luchas para hacer valer sus derechos

Fue en 2010 cuando el CDM y la Clínica de Derechos Humanos Internacionales en la Facultad de Derecho de la Universidad Americana publicaron “Cosechada Aparte”.

En dicho estudio se revelaron los abusos sistémicos en la industria del cangrejo en la Costa Este de Maryland, tales como:

  • Discriminación
  • Represalias
  • Abusos durante el reclutamiento
  • Robo de salarios

Gracias a dicho reporte, las trabajadoras migrantes ganaron concesiones importantes y cambios reglamentarios, como la prohibición de la cuota de reclutamiento y de requerir que los empleadores paguen los costos de las herramientas y el equipo.

“Hemos presenciado la valentía de las trabajadoras migrantes de la industria del cangrejo en expresar sus opiniones, organizándose y luchando por sus derechos básicos a pesar del miedo de represalias por parte de su empleador,” dijo Rachel Micah-Jones, Fundadora y Directora Ejecutiva del CDM.

It's never easy speaking out — especially if your livelihood and that of your family is on the line– but Sofia is doing that today.We are standing with her, and you should too. Governor Larry Hogan must issue an emergency standard to protect migrant crabpickers like Sofia TODAY! Learn more at bit.ly/BreakingtheShell

Posted by Centro de los Derechos del Migrante, Inc. on Thursday, September 24, 2020

¿Cuál es la situación a la que se enfrentan las trabajadoras migrantes?

Tan sólo durante el pasado mes de julio, al menos 50 migrantes pizcadoras de cangrejo se enfermaron de Covid-19 en la Isla Hooper’s.

Ante tal situación, Rachel Micah-Jones recordó la necesidad de hacer reformas y tomar medidas de emergencia para salvar vidas y proteger la salud de las y los trabajadores.

El informe, de 21 páginas, comenta la pandemia no creó los abusos laborales en la industria H-2B de mariscos en Maryland, sólo los intensificó.

Las jaiberas han enfrentado condiciones precarias durante la pandemia como el alojamiento atestado, condiciones abarrotadas y una falta de atención médica accesible.

Rompiendo el caparazón sugiere que las casas de cangrejo han estado vinculadas con enfermedades aerotransportadas y condiciones agravantes para el asma.

“La Covid-19 ha desgarrado el velo fino que previamente y convenientemente ocultaba de la gente en los Estados Unidos las condiciones de trabajo que tantas de estas pizcadoras de cangrejo aguantan cada día,” dijo Amy Liebman, residente de la Costa Este de Maryland y directora de los programas de salud medioambiental y ocupacional para Migrant Clinicians Network.

“Estas mujeres, quienes están en el corazón de la atesorada industria de cangrejos en Maryland, merecen condiciones de trabajo seguras y acceso a atención médica”.

La industria del cangrejo en Maryland, un área repleta de discriminación

De acuerdo con el testimonio de las trabajadoras migrantes, los hombres ganan más por limpiar los cangrejos que las mujeres por recolectarlos.

Además, los hombres a veces tienen la oportunidad de cambiar entre la pizca y la limpieza de cangrejos y ganan mayores salarios por hora.

A las mujeres no se les proporciona la misma movilidad del empleo, sugiriendo violaciones sistémicas del Título VII de la Ley de derechos civiles.

Según el informe, la discriminación del embarazo y la separación de familias están arraigadas en el programa H-2B en la Costa Este de Maryland.

Casi 40% de las jaiberas migrantes encuestadas reportaron estar embarazadas durante su empleo; ellas describen ser obligadas a ocultar sus embarazos de los reclutadores por miedo de que no las iban a reclutar para trabajar en los Estados Unidos.

La mayoría de las trabajadoras embarazadas también están obligadas a mudarse de alojamiento proporcionado por el empleador hacia el final de su embarazo.

Además, mientras 88% de las trabajadoras reportó tener hijos, la mayoría reportó dejar a sus niños y familias atrás por ocho meses seguidos, citando las dificultades de obtener visas H-4 para sus familiares, y la falta de alojamiento como razones.

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