La comunidad LGBT migrante es una de las más vulnerables en la frontera. Tras la cancelación del programa CBP One, muchas personas quedaron sin opciones para solicitar asilo en Estados Unidos.
En Tijuana, los albergues que atienden a esta población enfrentan el reto de seguir operando. La falta de recursos y apoyo gubernamental dificulta la protección y asistencia a quienes huyen de la violencia.
Migrantes que se quedaron en el limbo
Casa de Luz es uno de los pocos albergues que ofrece refugio a la comunidad LGBT migrante en Tijuana. Este espacio brinda seguridad a quienes incluso, temen por su vida.
Irving Mondragón, director del albergue, comentó que la incertidumbre es grande aún semanas después de la llegada de Donald Trump. El nuevo panorama migratorio ha generado miedo entre los residentes.
En el albergue hay migrantes de distintos países, incluyendo Rusia. Para muchos, regresar a su país no es una opción debido a la persecución que enfrentan.
Lamentó que el recorte de recursos por parte de algunos organizaciones ponga en riesgo el funcionamiento de estos espacios. Las nuevas políticas migratorias afectan directamente la permanencia de estos albergues.
“A nosotros no nos afectará directamente pero hay personas que no se podrán ir en un buen tiempo, tal vez años, y es un reto buscar apoyos económicos.”
La evolución de los espacios de apoyo
Casa Arcoíris dejó de operar como albergue en enero. Ahora, como asociación civil, se enfoca en ofrecer asesoría legal, acompañamiento psicológico y apoyo a migrantes.
A pesar de este cambio, la necesidad de albergues para la comunidad LGBT migrante sigue siendo urgente.
Los voluntarios de Casa Arcoíris trabajan en la creación de nuevos programas de apoyo. Su objetivo es brindar herramientas que ayuden a la población migrante a integrarse.
Mexicanos huyendo de su propio país ante la discriminación
José Manriquez, activista LGBT, explicó que las políticas mexicanas actuales no garantizan protección y afirmó que muchas personas están atrapadas en un sistema que no les ofrece alternativas.
“La comunidad LGBT migrante necesitará una mayor atención, principalmente ante un sistema que promete protección pero que no la garantiza del todo”, expresó.
Subrayó que es importante recordar que hay mexicanos que fueron desplazados por la violencia y discriminación en sus propias ciudades.
Las agresiones contra la comunidad LGBT en México han ido en aumento. En algunos casos, las víctimas han sido expulsadas de sus hogares por sus propias familias.
“En México hay leyes que protegen nuestros derechos, pero la realidad es diferente. La violencia sigue y muchas veces no tenemos otra opción más que huir.”
Cambios en Estados Unidos contra la población LGBT
Cabe recordar que desde su campaña, Donald Trump dejó clara su postura contra la comunidad LGBT. Sus políticas han significado un retroceso en derechos civiles y protecciones legales.
Uno de los cambios más preocupantes ha sido la eliminación de protecciones laborales. Ahora, muchas personas pueden ser despedidas solo por su identidad de género u orientación.
Además, se han implementado restricciones en el acceso a servicios de salud para la comunidad LGBT.
La comunidad LGBT migrante enfrenta un panorama difícil. La falta de opciones de asilo y la discriminación en México los deja en una situación de extrema vulnerabilidad.