El proyecto “Comida Calientita”, liderado por la señora María Esther Morales, ha sido fundamental para llevar tradición y apoyo a los albergues de Tijuana este diciembre.
Durante las posadas, doña Esther (como es popularmente conocida), ha compartido su sazón y espíritu festivo con cientos de personas migrantes, haciendo de estas celebraciones una experiencia especial para familias y niños.
El impacto de “Comida Calientita” en los albergues
María Esther Morales, fundadora de “Comida Calientita“, ha colaborado con albergues como Embajadores de Jesús y Casa de Luz, llevando esperanza a sus residentes.
Además de su especialidad en tamales, doña Esther comparte platillos típicos de Oaxaca, acercando la riqueza cultural de su tierra a la comunidad migrante.
“Siempre es bonito compartir un plato de comida con mi gente migrante”, comentó la activista.
El proyecto también ha llegado a organizaciones como Los Amigos del Parque de la Amistad y Al Otro Lado, ampliando su alcance en esta temporada navideña.
Más que comida, momentos de alegría y unión
Doña Esther no solo cocina; también se viste de Santa Claus para convivir con niños migrantes, acompañado de su inseparable perrito “Regalito”.
En albergues como Embajadores de Jesús, los niños han disfrutado de piñatas, dulces y fotografías con Santa, generando sonrisas y alegría.
Estas actividades fomentan un ambiente cálido y reconfortante para quienes enfrentan la incertidumbre de la movilidad.
El esfuerzo de “Comida Calientita” es un ejemplo de cómo pequeñas acciones pueden marcar una gran diferencia en la vida de las personas.
Preparativos para las cenas navideñas
Con la Navidad cerca, doña Esther trabaja para garantizar cenas especiales en los albergues que apoya.
Si bien organizaciones han contribuido a financiar algunos gastos, muchas veces recurre a sus propios recursos para cumplir con esta labor.
“No siempre alcanza pero hay gente de buen corazón con la que ponemos un poco, por eso acabamos de sacar el QR para que más gente nos pueda echar la mano”, explicó.
“Comida Calientita” continúa siendo un pilar de solidaridad, demostrando que compartir tradiciones y apoyo transforma vidas en la frontera.