De cara a la crisis financiera que atraviesa, dio inicio una campaña de recaudación para Casa Arcoíris, lugar que funciona como refugio para personas migrantes de la comunidad LGBT.
El albergue con capacidad para 35 personas, sigue siendo un espacio que, debido a las adversidades pide el apoyo de la sociedad para mantenerse activo.
El financiamiento, un desafío constante
Edith Méndez, cordinadora general del albergue ubicado en Tijuana resaltó en entrevista que el cambio en las políticas migratorias ha afectado el flujo de financiamiento.
La situación ha provocado la crisis en diversos espacios que dependen de donaciones y apoyos, tal y como ocurre con Casa Arcoíris.
“Este momento, es un momento de crisis en el que nos enfrentamos, prácticamente tenemos que decidir o definir cuál será el rumbo de la organización si no se cuentan con estos apoyos”, comentó.
La incertidumbre sobre su futuro genera preocupación tanto en el equipo que trabaja en el albergue como en los residentes que consideran este espacio su hogar temporal.
La recaudación para Casa Arcoíris, una esperanza necesaria
Con la gravedad de la situación y en la búsqueda de garantizar la permanencia, tratan de unir esfuerzos mediante la campaña de recaudación para Casa Arcoíris.
El albergue está promoviendo donaciones individuales a través de PayPal, además de aceptar contribuciones de empresas, instituciones y organizaciones solidarias.
Como donataria autorizada, las donaciones a Casa Arcoíris son deducibles de impuestos, lo que facilita la participación de quienes quieran contribuir.
También han habilitado un centro de acopio para recibir donaciones en especie, necesarias para el funcionamiento diario del espacio.
Los residentes, el staff y la mesa directiva trabajan en conjunto para implementar estrategias que aseguren la sostenibilidad del albergue en los próximos meses.
“Invitamos a las personas que han sido siempre muy solidarias con este espacio a que una vez más nos puedan apoyar y nos puedan dar el tiempo que necesitamos para que el espacio permanezca”.
Tiempos de esperanza y desafíos
A pesar de las dificultades, el ambiente en Casa Arcoíris es una mezcla de solidaridad, creatividad y preocupación por la incertidumbre sobre lo que depara el futuro.
Los talleres productivos, donde se elaboran piezas de cerámica, bisutería y manualidades, han sido un motor de ilusión y una forma de generar ingresos.
Sin embargo, la falta de certeza sobre el destino del albergue también genera momentos de desánimo, melancolía y preocupación entre los residentes.
“Sabemos que son tiempos difíciles, son tiempos para compartir y tiempos de generosidad pero también son tiempos de mucha necesidad así que somos conscientes de ello y pues ahora sí que apelamos a que la abundancia llegue y llegue para todos”, concluyó.
La recaudación para Casa Arcoíris es una oportunidad para que la comunidad y aliados solidarios se unan y aseguren la continuidad de este refugio indispensable.