Lorena y Alma son dos mujeres que tienen varios meses viviendo en un albergue de Tijuana y ante los recientes rumores y declaraciones, temen la cancelación del programa CBP One.
Aunque no hay información confirmada de qué ocurrirá después del 20 de enero en Estados Unidos, ambas hablaron de las expectativas y complicaciones que viven durante su espera, situación que ven reflejada en el resto de la población con la que comparten un techo.
Una espera más complicada de lo habitual
Originarias de Michoacán y Oaxaca respectivamente, Lorena y Alma tienen cerca de medio año en uno de los albergues de la ciudad.
Acompañadas de sus hijos y familia, ambas permanecen en la incertidumbre de no saber si la situación cambiará con la llegada del nuevo de gobierno en el vecino país..
“Es difícil estar esperanzados a una aplicación y luego no saber, entrará Trump y tal vez no nos de el asilo, nos pone tristes”, comentó Alma quien llegó junto a su esposo e hija.
De igual manera Lorena expuso que su miedo más grande es que el tiempo que han esperado se vaya literalmente a la basura ante alguna cancelación repentina.
Sin embargo destacó que tienen la esperanza de que se acelere la expedición de citas para antes de la fecha en la que Donald Trump asuma el cargo.
Huyen de la violencia y aún se sienten en peligro
Alma destacó que pese a seguir en el mismo país, se sigue sintiendo en un ambiente complicado y peligroso.
Comentó que ella ha recorrido varios estados de México buscando estabilidad y aún no ha logrado encontrarla, por lo que decidió buscar la protección estadounidense.
La situación de inseguridad que vivió en su estado natal es el recordatorio de que no puede regresar.
Además, las dos migrantes coincidieron en que no ven la vida en Tijuana como una opción si se llega a dar la cancelación del programa CBP One, esto debido a que les es complicado el lidiar con los niveles de violencia que también se registran en esta ciudad.
Alarma e impaciencia generalizada por la posible cancelación del programa CBP One
Aunque el panorama se ve complicado y el tiempo se agota, tanto Lorena como Alma aseguraron que no han perdido la esperanza.
Compartieron que en el albergue en el que viven han visto a familias ser víctimas de la urgencia y ya han buscado alternativas irregulares, pero no han obtenido éxito.
“Muchas personas se están alarmando y lastimosamente no tienen la paciencia de esperar o se alteran de más y están la opción de cruzar irregularmente y los están deportando”, concluyó Lorena.