Este 2 de noviembre, la Coalición Pro Defensa del Migrante conmemoró el Día de Muertos en la frontera.
Como cada año, el altar fue instalado en el muro fronterizo entre Tijuana y San Diego, California a metros el aeropuerto de la ciudad mexicana.
Con la ofrenda se rindió homenaje a las personas migrantes que fallecieron en su intento de alcanzar el “sueño americano”, principalmente todos aquellos migrantes anónimos de los que no hay datos.
Día de muertos en la frontera, un altar con cruces sin nombre
Pan de muerto, flor de cempasúchil, aserrín, veladoras y agua, son algunos de los elementos que integran la ofrenda montada al pie del muro fronterizo.
El papel picado cuelga de las oxidadas vigas de acero que dividen la frontera dando un poco de color a este Día de Muertos en la frontera.
En el suelo, incrustaron decenas de cruces, algunas con leyendas como “niña de 8 años, Guatemala” u “Hombre 30 años, Perú”.
Otra cruz fue colocada en recuerdo de los migrantes fallecidos en la estación migratoria de Ciudad Juárez, Chihuahua.
Sin embargo, también pusieron una gran cantidad de cruces sin referencia de edad ni lugar de procedencia, estas por todas las personas migrantes que fallecieron en el camino, y de las que nadie tuvo registro.
Tras la instalación del altar, el padre Patricio Murphy, director de la Casa del Migrante en Tijuana, habló de la importancia de no dejar en el olvido a la comunidad en tránsito.
“Estas cruces son muy pocas, pero recuerdan una cantidad de gente de la que nunca vamos a saber el número exacto, está muriendo mucha gente”, afirmó.
“Estamos haciendo el trabajo del gobierno y no nos da nada”: Padre Murphy
Este altar del Día de Muertos en la frontera va más allá de la tradición mexicana que celebra la muerte. Es un recordatorio y una exigencia las autoridades de que tienen un importante tema que atender en materia migratoria.
El padre Murphy recordó que la historia de Tijuana está basada en la migración y consideró que ese debería ser factor para que la población en movilidad reciba mayor apoyo.
“Sin migrantes esta ciudad no existiría, fue construida en los hombros de los migrantes”, aseguró.
Por otra parte, reiteró que es necesario que el gobierno haga varias cosas para detener la muerte de migrantes, principalmente el realizar una campaña para combatir la desinformación.
Asimismo, exhortó a las autoridades que recién entraron en funciones a que destinen recursos a la atención de la población en movilidad.
“El tiempo de AMLO ya terminó y todo se puede esperar, estamos solos, estamos haciendo el trabajo del gobierno y no nos da nada y estamos sobreviviendo, pero hay otras formas en que el gobierno puede ayudar.
En lugar de robar tanto dinero en diferentes programas, que ayude a los que están en camino”, finalizó.
La ofrenda por el Día de Muertos en la frontera norte de México es solo una de las instaladas en Tijuana como recordatorio de la importancia de trabajar en conjunto, sociedad y gobierno a favor de la población en movilidad.