Los gimnasios y otros muchos negocios ofrecen membresías para distinguir al cliente, colocándolo en una categoría que posee ciertas ventajas, privilegios, beneficios y/o servicios extras. Sin embargo, no todo el que obtiene una de estas distinciones, ya sea de pago o gratuita, consigue optimizarla y aprovecharla.
Para entender bien en qué consiste este título, basta con informarse a partir de un buen ejemplo. Como es, por ejemplo, el que ofrece el plan Black de Smart Fit en los gimnasios en Metepec y en cualquiera de los gyms de esta popular franquicia distribuidos por todo el territorio de América Latina. Y es que, en este gimnasio, se presentan tres opciones de membresía, cada una de ellas adaptada a las necesidades más demandadas de los usuarios habituales de este tipo de instalaciones.
Características de una membresía
El primer paso para beneficiarse a fondo de este tipo de premios al cliente será conocer las particularidades y especialidades que presenta. De este modo, se tomará en consideración aquella que realmente coincida con los intereses y objetivos propuestos por el usuario.
De forma general, se ofrece acceso a las instalaciones (equipos de ejercicio, maquinaria, áreas de entrenamiento…), sin limitaciones. Así mismo, es posible que incluya asistencia a las clases grupales, ya sea de fitness (yoga, pilates, spinning, aérobicos, aquagim, zuma…) o a un entrenamiento más especializado, como pueden ser las artes marciales, la natación, el boxeo, las acrobacias…
Las membresías, cuanto más completas, más interesantes se vuelven para el cliente que quiere ponerse en forma. De este modo, también es fácil encontrar opciones para el entramiento personal y servicios adicionales que completen una experiencia satisfactoria, como el uso de áreas de relajación y bienestar (saunas, jacuzzis, baños de vapor o masajes).
Beneficios de los gimnasios con membresía
Para aprovechar al máximo esta oportunidad que solo algunos centros deportivos ofrecen, se contratará un servicio que permita el acceso ilimitado, tanto a las salas existentes como en relación a los tiempos, es decir, se podrá entrar en cualquier lado, tantas veces como se desee.
Así mismo, en cuanto a los ejercicios y entrenos, una membresía deberá disponer de diferentes tipos con el objetivo de procurar al cliente un servicio variado, entretenido, que evite el aburrimiento y la monotonía. En este sentido, el equipo de entrenadores con el que cuente el gimnasio deberá no solo estar capacitado para llevar a cabo las sesiones de entrenamiento y ofrecer a cada cliente lo que necesita, sino también contagiar motivación y lograr que el cliente mantenga un compromiso eficaz con las rutinas regulares de ejercicios. Las membresías deben valer para fidelizar de buen grado a los usuarios, logrando que vean resultados a través de las horas de entreno y no se convierta en una carga pesada.
Por último, una membresía que merezca la pena utilizar para sacarle el máximo provecho, deberá ofrecer un ambiente profesional, pero también social e incluso familiar. Las personas que lleguen a estos espacios quieren sentirse cómodas, seguras y confiadas, como en una segunda casa. Se deberán ofrecer oportunidades de conocer a otras personas con intereses similares, llegando a participar en actividades grupales que la dirección del gimnasio deberá saber organizar con cierta frecuencia.