El expresidente y republicano Donald Trump propone dar la residencia a extranjeros que se gradúen de una universidad en Estados Unidos; ellos deberían recibir automáticamente la Green Card o Tarjeta de Residencia.
Esto marca un cambio significativo respecto a sus políticas anteriores que buscaban restringir la inmigración. Esta propuesta contrasta fuertemente con su retórica antiinmigrante durante la campaña electoral.
Trump propone dar la residencia a extranjeros ¿Quiénes serían beneficiados?
En una entrevista para un podcast, Trump explicó que cree que los graduados universitarios, incluyendo aquellos de universidades técnicas, deberían tener derecho automático a una green card junto con su diploma.
Esto aplicaría a estudiantes que completan programas de dos o cuatro años, así como a aquellos que obtienen doctorados en universidades estadounidenses.
Estas declaraciones se presentaron luego de que le hicieran una pregunta sobre sus planes para permitir a las empresas atraer a los mejores talentos extranjeros, durante la grabación del podcast. Trump afirmó que abordaría este tema desde su primer día como presidente, si fuera elegido de nuevo.
Además, expresó su preocupación de que algunos graduados extranjeros de las mejores universidades estadounidenses no pueden establecer empresas en el país. En cambio, optan por fundarlas en países como India o China.
El expresidente enfatizó la necesidad de contar con personas talentosas para trabajar en las empresas. Subrayó la importancia de reclutar y contar con personas brillantes, especialmente aquellas que se gradúan como los mejores de sus clases en las principales universidades del país.
Su campaña “antiinmigrante”
Trump propone dar la residencia a extranjeros en el caso mencionado y esto ha provocado todo tipo de opiniones, ya que durante su campaña para la reelección presidencial, ha puesto un énfasis particular en la inmigración.
Su propuesta de ofrecer residencia permanente, un paso hacia la ciudadanía, a potencialmente cientos de miles de graduados extranjeros representaría un cambio significativo en el sistema de inmigración del país.
La propuesta contrasta con su habitual retórica sobre los extranjeros, donde enfatiza los riesgos para la seguridad pública y el impacto en el empleo y los recursos del gobierno.