Madres desplazadas en Tijuana piden a las autoridades que “no las olviden”

Madres desplazadas en Tijuana tienen meses esperando su cita de CBP-One luego de huir de su lugar de origen a causa de la violencia.  

Aseguran sentirse desesperadas al ver que personas extranjeras con menos tiempo de llegar a la ciudad obtienen su cita y que además, temen por su seguridad.  

Madres desplazadas en Tijuana que se sienten en peligro

Eli, tiene más de 9 meses viviendo en uno de los albergues para personas migrantes ubicado en una de las zonas más conflictivas de la ciudad.  

Ella al igual que otras madres desplazadas en Tijuana, pide que se le dé una oportunidad de solicitar asilo a todas las personas que siguen en los albergues. 

La familia de Eli está integrada por 18 integrantes, viajaron a esta ciudad luego de ser víctimas de ataques y ser obligados a cerrar su negocio en Michoacán.  

“Aquí uno sale hasta con miedo porque esos cárteles están en todo México, uno no sabe si traen fotos de nosotros y digan que acá estamos. Corremos el riesgo hasta al salir a la tienda”, comentó.  

Relató que su esposo fue víctima de un ataque armado en el que le perforaron un pulmón; al ser dado de alta se trasladaron a Guadalajara en taxi junto a sus hijos, nueras y nietos.  

“Estuvimos en el aeropuerto cuatro días esperando vuelos más baratos, agarramos los boletos y viajamos sin cobijas, sin nada, mis hijas dormían en las bancas del aeropuerto con los niños chiquitos en brazos” 

“No estamos por gusto, estamos por necesidad”

Cris es otra mujer michoacana que llegó a Tijuana después de que su esposo e hijo fueran privados de la libertad.  

Contó que tiene un hijo que ya ingresó a Estados Unidos sin embargo actualmente se encuentra en esta ciudad en compañía de su nuera en estado de gestación.

“Este año levantaron a mi esposo y a mi hijo en frente de mi nuera y está embarazada, y no estamos por gusto, estamos por necesidad.  

Creo que tienen que dar preferencia a los que estamos en los albergues porque buscamos salvar nuestra vida”, declaró.  

Lamentó que el riesgo sea latente desde el intento por salir de su entidad y que además de pagar por los rescates, pagan viajes exprés de costos elevados.  

“No podemos salir por tierra porque nos tienen checados, al comprar uno el boleto, ellos ya saben que vamos a salir, tuvimos que pagar un dineral comprando un boleto de avión” 

También contó que siguen en la incertidumbre de saber si podrán conseguir una cita antes de que nazca su nieto ya que, de lo contrario, tendrán que empezar de nuevo el proceso para solicitar el asilo del bebé.  

Ante la falta de atención local, buscan ayuda en otro país

La exigencia es generaliza entre las madres desplazadas, reclaman no ser atendidas por las autoridades locales a quienes acusan de complicidad.  

“Cuando fuimos a levantar acta de que habían levantado a los muchachos nos dijeron “vengan en 72 horas” cuando regresamos nos dijeron “cálmese señora si sí lo van a liberar, lo liberan, si no va a haber más problemas” así que no hay pruebas de lo que pasamos”, de talló Cris.  

Al igual que ellas, Mary quien llegó de Guanajuato después de que intentaran asesinarla, pero las agresiones no han terminado. 

“Me dieron 72 horas para salir de allá, y estando aquí me secuestraron a mi hijo en el pueblo, tuve que conseguir el dinero. Ni aquí me siento segura”.  

Piden que se evalúen los casos

Las madres desplazadas en Tijuana pidieron que se tenga consideración para evaluar los casos.  

Calificaron como “injusto” que las víctimas de violencia no tengan la misma consideración que las personas que migran por situaciones de pobreza.

“La verdad somos como olvidados, los que de verdad tenemos problemas esperar algo que otros sin problema, ya están al otro lado”, agregó Mary.  

Mientras pasan los meses, estas madres desplazadas en Tijuana se apoyan mutuamente para el cuidado de niños, escucharse y tenderse la mano.  

Pese a que los albergues les brindan la atención necesaria, persiste la tensión generada por la situación en que se encuentran, sin embargo, se resignan a seguir esperando.