El hijo del presidente Joe Biden, Hunter Biden, fue declarado culpable este martes de tres cargos graves por posesión de armas.
Después de una semana de testimonios y presentación de pruebas, este martes el jurado deliberó que Hunter Biden es culpable de mentir sobre su consumo de drogas al comprar un arma en 2018.
Aunque aún no hay fecha de sentencia, Hunter Biden podría enfrentar una pena máxima de 25 años de prisión y una multa de hasta 750 mil dólares. Sin embargo, es probable que la sentencia sea mucho menor al máximo posible.
¿Cuáles fueron los argumentos de la defensa y la fiscalía?
Durante la semana pasada, la fiscalía presentó los testimonios de la esposa y de algunas exnovias de Hunter, así como fotos en las que aparecen objetos utilizados para drogarse, para demostrar que mintió cuando marcó la casilla “No” en el formulario de la tienda de venta de armas, en el que se le cuestionaba si era usuario o adicto a las drogas.
Hunter Biden comenzó a usar drogas luego de la muerte de su hermano, Beau, y es de conocimiento público.
La defensa de Hunter argumentó que no se consideraba adicto cuando compró el arma y que en ese momento de su vida estaba intentando dar un giro a su vida, después de completar un programa de rehabilitación en el mes de agosto de 2018. La defensa también argumentó que nadie presenció a Hunter Biden consumir drogas durante los 11 días que tuvo el arma, antes de que Hallie, viuda de Beau Biden, la arrojara a la basura.
Por su parte, los fiscales presentaron mensajes de texto enviados en los días posteriores a la compra del arma, en los que Hunter decía estar esperando a un traficante y estar fumando crack.
Con esta condena se elevan las expectativas para que se lleve a cabo un segundo juicio en contra de Hunter Biden por delitos fiscales, previsto para comenzar en septiembre