La EE.UU. lucha por deportar inmigrantes ilegales debido a la falta de vuelos para regresarlos. El presidente Joe Biden anunció medidas para enfrentar el aumento de la migración en la frontera sur.
La semana pasada, Biden emitió una orden ejecutiva que cerraría la frontera con México si los cruces ilegales alcanzan un promedio de 2,500 por siete días consecutivos. En el último año, la Casa Blanca regresó a más de 750,000 personas, la cifra más alta desde 2010. Sin embargo, ciertos problemas dificultan el poder regresarlos de vuelta a su país.
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El Departamento de Seguridad Nacional indicó que la demografía y las nacionalidades de los migrantes afectan su capacidad para deportarlos. Los agentes fronterizos se centran en los migrantes que pueden ser removidos fácilmente. Luego, en aquellos más problemáticos por la necesidad de obtener documentos de viaje.
Entre enero y mayo se realizaron más de 679 vuelos de deportación, con el 60% siendo dirigidos hacia Honduras y Guatemala. Para dejar en claro la magnitud del problema, se detuvieron a más de 13,000 inmigrantes ilegales chinos, aunque sólo un vuelo fue realizado durante el periodo mencionado.