La oración del Credo católico es importante para los creyentes | Foto: Imagen de archivo de Depositphotos
El Credo católico, también conocido como el Símbolo de la Fe, es una oración fundamental que resume las creencias centrales del catolicismo. Es recitado durante las misas y otros actos litúrgicos, y también sirve como una declaración personal de fe para los cristianos.
Existen dos credos practicados comúnmente por la iglesia católica. El Credo Niceno-Constantinopolitano, que también se le conoce como Credo de Nicea o Credo de Constantinopla. Y el Credo de los apóstoles, una versión más “condensada” que sigue cargando el mismo mensaje al de su contraparte.
Antes de volverse en la oración que es hoy en día, se desarrolló a lo largo de los primeros siglos del cristianismo. Fueron los resúmenes de las enseñanzas de Jesús y los apóstoles que sentaron las bases de los preceptos del Credo.
Se piensa que el Credo de los Apóstoles surgió en las comunidades cristianas del siglo II
como una declaración de fe empleada en las ceremonias bautismales. Este credo se ve como una modificación de los antiguos símbolos bautismales romanos. Se le da este nombre debido a la tradición que sugiere que recoge las enseñanzas fundamentales que los apóstoles legaron a la Iglesia primitiva.El Credo Niceno-Constantinopolitano se estableció en dos concilios ecuménicos: el Concilio de Nicea (325 d.C.) y el Concilio de Constantinopla (381 d.C.). El primer concilio se encargó de sentar las bases, mientras que el segundo expandió y terminó de definir las ideas del Credo.
El Credo resume las creencias fundamentales de la fe católica. La trinidad de Dios, la encarnación de Jesús, la crucifixión y resurrección de Jesús, y la vida eterna. Sirve como una declaración de unidad entre los católicos de diferentes denominaciones y tradiciones.
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