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Menores se involucran en activismo pro migrantes con Tijuana Sin Hambre Kids

Menores participan en Tijuana Sin Hambre Kids realizando actividades de convivencia con la niñez migrante de distintos albergues de al ciudad.

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Tijuana.- Menores aprenden sobre la migración al convivir con infancias en tránsito que residen en albergues por medio del programa Tijuana Sin Hambre Kids. 

La fundadora de proyecto, Maru Rique detalló cómo es que por medio de distintas actividades que involucran a niños y niñas de acuerdo a sus capacidades.  

Cabe recordar que Tijuana Sin Hambre es una organización dedicada a brindar alimentos a albergues para personas migrantes, sirviendo más de mil platos de comida al día.  

Promoviendo la filantropía entre las infancias

El programa Tijuana Sin Hambre Kids nació hace cuatro años invitando a niños y niñas a participar en labores vinculadas a la preparación de alimentos.  

Los asistentes acuden cada sábado a la cocina comunitaria para ayudar en actividades como limpiar las verduras que utilizarán para cocinar. 

La fundadora del programa señaló que con la participación de los menores se contribuye a la formación de una generación más empática. 

“Queremos que valoren y se acostumbren, que la filantropía sea parte de su vida desde niños porque no se nos enseña eso en nuestra vida”, comentó Rique. 

Las actividades que realizan los menores son de acuerdo a sus capacidades. Foto: Fundación Tijuana Sin Hambre.

El impacto de Tijuana Sin Hambre Kids en la niñez migrante

Más allá de la labor en la cocina comunitaria, la aportación dentro de los albergues en cada visita se ha vuelto crucial.  

Los niños y niñas que forman parte del programa se involucran directamente con los menores, estableciendo así una cercanía que no se logra desde los adultos.  

“No es lo mismo que los niños de los albergues hagan pulseras con otros niños a que lleguemos nosotros como adultos y nos pongamos a jugar con ellos”. 

De esta forma los menores migrantes se desenvuelven de una forma distinta a la que viven día a día dentro del albergue mientras juegan, pintan o arman rompecabezas.  

Además, los niños voluntarios conocen de cerca la realidad por la que atraviesa la niñez migrante en su recorrido; algunos de ellos proponen e impulsan más actividades como colectas.  

“Los niños van y no pueden creer que ellos tengan que atravesar países huyendo de la violencia antes de llegar a aquí”, agregó Maru Riqué.  

Un ganar-ganar para las infancias

El programa Tijuana Sin Hambre Kids

recibe a todos los menores que quieran involucrarse desde los 5 años de edad.  

Dentro de las labores también se invita a los padres de familia de cada menor a integrarse en actividades mientras están al pendiente de sus hijos.  

“Este programa es un ganar-ganar tanto para nuestros hijos como para nosotros como padres de familia que queremos que aprendan que hay un mundo afuera aparte del que ellos viven”.  

El programa Tijuana Sin Hambre Kids es de los pocos existentes en Tijuana de niños para niños lo cual incrementa su importancia.  

“Si nosotros como padres de familia enseñamos a nuestros hijos el poder que tiene la gratitud y la bondad, creo que vamos a hacer un mundo mejor”, concluyó Maru Rique.  

 

 

 



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