Tijuana – El Ejército mexicano instaló un nuevo muro fronterizo de malla ciclónica a las orillas de la canalización del Río Tijuana, a la altura de la Garita El Chaparral hasta la zona conocida como el Cañón del Matadero.
El cerco, colocado justo en el área que donde se registraron cruces masivos de migrantes en los últimos meses ya es conocido como “el tercer muro”.
La división quedó a cargo de personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que está construyendo una obra federal: el Viaducto Elevado.
Esta es la tercer barrera que existe y que impide la entrada de migrantes a Estados Unidos ya que oficialmente existen dos muros que dividen el territorio entre México y el vecino país.
“Las coincidencias existen”
Para el director de Atención al Migrante, Enrique Lucero Vázquez, esta maya no es más que una casualidad.
Aseguró que el hecho de que inicie la construcción del Viaducto Elevado en un punto donde en las últimas 8 semanas han incrementado los cruces masivos no tiene finalidad más que proteger el área.
“Es mera coincidencia que se instale este cerco en un momento donde hemos visto o estamos a lo mejor en crisis de cruces irregulares”
El nuevo muro fronterizo es la justificación perfecta
Al respecto, Rafael Alonso Hernández, director de Estudios Migratorios del Colegio de la Frontera Norte (COLEF), expuso que la existencia de ese nuevo cerco refleja la falta capacidad e iniciativa para resolver de fondo el tema de las personas migrantes y también de las personas en situación de calle.
Refirió que lo único que logran con acciones de este tipo es invisibilizar de nueva cuenta a las poblaciones así como dificultar su tránsito por los espacios ahora delimitados.
“Aunque pudiera tener la justificación perfecta con el tema de la construcción del Viaducto Elevado refleja mucho de esto, la puesta de estas vayas se plantean como soluciones a corto plazo”.
Hemos aprendido bien de Estados Unidos
El académico afirmó que para México es más que retador el pensar en ofrecer condiciones y cambiar las opciones de vida de quienes ya están o hacer algo por las personas que habitan en estos espacios.
“Históricamente, la vía más fácil es poner muros y elementos que disuadan, esto lo hemos aprendido bien de los Estados Unidos” afirmó.
Finalmente comentó que el gobierno federal eche a andar el ciclo de detectar personas irregulares, detenerlas en estaciones migratorias y deportarlas se ha convertido en un engranaje que le funciona bien a Estados Unidos.