Hoy es el Día de Acción de Gracias y las familias en todo Estados Unidos se reúnen para cenar en familia.
Expertos aseguran que más allá de la comida, el Día de Acción de Gracias se sembró en la cultura estadounidense tras convertirse en una celebración para todos, sin importar su religión u origen.
Lo que sabemos sobre el Día de Acción de Gracias
En los libros de historia, el origen de esta festividad se remonta a 1621, un año después de la llegada de los colonos ingleses.
En ese momento, tuvieron una cosecha exitosa que les permitió alimentarse, y en la primera celebración de Acción de Gracias, compartieron frutos secos, calabazas y pavo con los nativos americanos locales.
En 1789, George Washington declaró la celebración como fiesta nacional. Sin embargo, en 1863, el presidente Abraham Lincoln proclamó que este se celebrara el último jueves de noviembre.
En su lugar, se convirtió en un momento para agradecer por “las buenas cosas en la vida”.
Roy Fisher, profesor del Departamento de Estudios Teológicos de la Universidad Loyola Marymount en Los Ángeles, California, dijo lo siguiente:
“La historia tradicional del Día de Acción de Gracias es mayoritariamente un mito, pero sigue siendo una fuerza importante para mantener la identidad nacional en Estados Unidos”
La pieza central de la mesa de Acción de Gracias es el pavo, un ave originaria de Estados Unidos y consumida a lo largo de la historia.
Junto a ellos se sirven otros alimentos autóctonos del país: maíz en pan y relleno, calabazas asadas, batatas servidas de numerosas maneras, arándanos como salsa o condimento.
En un país con más de 335 millones de personas, y pese a los desafíos que plantea el gran tamaño de su territorio, este día surge como un “ profundo sentido de identidad compartida al comprender que nuestros conciudadanos están atravesando experiencias similares en el mismo momento”
Con información de Voz de América