Conseguir cita en la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) se ha vuelto eterno.
Largas filas y poco personal son lo que tienen que enfrentar migrantes hondureños, guatemaltecos, nicaragüenses, venezolanos, ecuatorianos, haitianos, afganos y de más nacionalidades.
Sú unico deseo: poder transitar libremente el territorio mexicano.
La desesperación: el pan de cada día en la Comar
Una aglomeración de gente en medio de la calle Versalles, una patrulla obstaculizando el paso para evitar que las personas sean arrolladas y elementos policíales pendientes es lo que hay afuera de las instalaciones de la Comar.
Migrantes haitianos exigen a las autoridades de la comisión que los atiendan.
El personal de la Comar responde tanto en español como en criollo haitiano. Las frases que más se repiten son “¿Y si no tengo medicamentos que hago?”, “Esperen su turno”, “No me alces la voz”.
Detras del tumulto y enfrente de la comisión, un letrero en criolli le indica a la comunidad de haitianos que no deben de “alterar el orden”. El grupo más númeroso tiene que someterse al siguiente mensaje.
“No haga ruido en ningún sentido para pertubar la paz, la tranquilidad o el bienestar de las personas”.
Como si pedir ayuda significara perturbar la paz, los migrantes haitianos no pueden levantar la voz.
Niños, niñas, hombres y mujeres se encuentran alrededor de las instalaciones de la dependencia. Sus vestimentas son shorts, sandalias, y playeras tipo polo para los hombres; las mujeres usan vestidos coloridos y sandalías.
Sin capacidad de respuesta
De acuerdo con empleados de la Comar, las y los migrantes haitianos ya tienen cita para realizar su trámite, pero solicitan que se les adelante.
Cabe destacar que tener una cita no garantiza la aprobación de ningún tipo de trámite en la comisión. Migrantes a los que les otorgan espacio en mayo o junio no tienen seguro nada.
Contrario a otras ocasiones, a las 11 de la mañana aún había posibilidad de solicitar una cita. Normalmente a las 9 de la mañana ya están agotadas.
Los miembros de seguridad indican que reciben de 400 a 600 personas diariamente.
Expertos, estudios y estadistícas indican que el Gobierno Federal sabía del incremento del flujo migratorio desde hace tiempo, por lo que podría haberse preparado con anticipación.
Los principales afectados de las omisiones gubernamentales son los migrantes,
México es una posibilidad de destino
Adrían N, quien no revelo su nombre ni sus motivos para migrar por cuestiones de seguridad, viene de Nicaragua.
“No te puedo decir porque tuve que venir. Me van a matar”
Dice que es la primera vez que solicita una cita en la Comar, por lo que preguntará el procedimiento. Al no tener donde dormir, menciona que intentará quedarse en el campamento provicional que está cerca de la comisión.
Su plan es llegar a los Estados Unidos, pero si encuentra las condiciones tampoco le desagradaría quedarse en México
Menciona que en Estados Unidos no hay quien lo espere, pero piensa que siempre hay trabajo para “quien quiere ganarse el pan”.
Con respecto a su familia, tuvieron que quedarse en su país.
“Mi familia está en Nicaragua. No pudieron acompañarme”